Última actualización: 14 / Agosto / 2016
Extraído de Pére Gilles Jeanguenin, "Les anges existent!"
GÉNESIS
GÉNESIS
3, 17-24 (Querubines: 24)
El
castigo del hombre
“Porque hiciste caso a tu mujer y comiste del árbol que yo te prohibí, maldito sea el suelo por tu culpa.
Con
fatiga sacarás de él tu alimento todos los días de tu vida.
¡Porque
eres polvo y al polvo volverás!”.
“El
hombre ha llegado a ser como uno de nosotros en el conocimiento del
bien y del mal.
No
vaya a ser que ahora extienda su mano, tome también del árbol de la
vida, coma y viva para siempre”.
23
Entonces expulsó al hombre del jardín de Edén, para que trabajara
la tierra de la que había sido sacado.
24
Y después de expulsar al hombre, puso al oriente del jardín de Edén
a los querubines
y la llama de la espada zigzagueante, para custodiar el acceso al
árbol de la vida.
GÉNESIS
16, 1-16 (Ángel: 7, 9 y 11)
El
nacimiento de Ismael
Pero
ella tenía una esclava egipcia llamada Agar.
“Ya
que el Señor me impide ser madre, únete a mi esclava. Tal vez por
medio de ella podré tener hijos”.
Y
Abrám accedió al deseo de Sarai.
3
Ya hacía diez años que Abrám vivía en Canaán, cuando Sarai, su
esposa, le dio como mujer a Agar, la esclava egipcia.
Al
ver que estaba embarazada, comenzó a mirar con desprecio a su dueña.
“Que
mi afrenta recaiga sobre ti. Yo misma te entregué a mi esclava, y
ahora, al ver que está embarazada, ella me mira con desprecio. El
Señor sea nuestro juez, el tuyo y el mío”.
“Puedes
disponer de tu esclava. Trátala como mejor te parezca”.
Entonces
Sarai la humilló de tal manera, que ella huyó de su presencia.
7 El Ángel
del Señor la encontró en el desierto, junto a un
manantial –la fuente que está en el camino a Sur– 8 y
le preguntó:
“Agar,
esclava de Sarai, ¿de dónde vienes y adónde vas?”.
“Estoy
huyendo de Sarai, mi dueña”,
le
respondió ella.
“Vuelve
con tu dueña y permanece sometida a ella”.
“Yo
multiplicaré de tal manera el número de tus descendientes, que
nadie podrá contarlos”.
11 Y el Ángel del Señor le siguió diciendo:
“Tú
has concebido y darás a luz un hijo,
al que llamarás Ismael,
porque el Señor ha escuchado tu aflicción.
al que llamarás Ismael,
porque el Señor ha escuchado tu aflicción.
12
Más que un hombre, será un asno salvaje:
alzará su mano contra todos
y todos la alzarán contra él;
y vivirá enfrentado a todos sus hermanos”.
alzará su mano contra todos
y todos la alzarán contra él;
y vivirá enfrentado a todos sus hermanos”.
13 Agar llamó al Señor, que le había hablado, con este nombre:
“Tú
eres El Roí, que significa ‘Dios se hace visible’”
porque
ella dijo:
“¿No
he visto yo también a aquel que me ve?”.
14
Por eso aquel pozo, que se encuentra entre Cades y Bered, se llamó
Pozo de Lajai
Roí, que significa
“Pozo del Viviente que me ve”.
15 Después Agar dio a Abrám un hijo, y Abrám lo llamó Ismael.
GÉNESIS
19, 1-29 (Dos ángeles: 1; Ángeles: 15)
1
Los dos
ángeles
llegaron a Sodoma al atardecer, mientras Lot estaba sentado a la
puerta de la ciudad.
-
“Les ruego, señores, que vengan a pasar la noche en casa de este
servidor. Lávense los pies, y mañana bien temprano podrán seguir
viaje”.
-
“No
- le
respondieron ellos [los dos ángeles] -
pasaremos
la noche en la plaza”.
Lot
les preparó una comida, hizo cocinar galletas sin levadura, y ellos
comieron.
4
Aún no se habían acostado, cuando los hombres de la ciudad, los
hombres de Sodoma, se agolparon alrededor de la casa.
Estaba
la población en pleno, sin excepción alguna, desde el más joven
hasta el más viejo.
5
Entonces llamaron a Lot y le dijeron:
“¿Dónde
están esos hombres que vinieron a tu casa esta noche?
Tráelos
afuera para que tengamos relaciones con ellos”.
“Amigos,
les suplico que no cometan esa ruindad.
Se
las traeré, y ustedes podrán hacer con ellas lo que mejor les
parezca.
Pero
no hagan nada a esos hombres, ya que se han hospedado bajo mi techo”.
“Apártate
de ahí”.
Y
añadieron:
“Este
individuo no es más que un inmigrante, y ahora se pone a juzgar.
A
ti te trataremos peor que a ellos”.
Luego
se abalanzaron violentamente contra Lot, y se acercaron para derribar
la puerta.
11
Y a todos los que estaban a la entrada de la casa, pequeños y
grandes, los hirieron con una luz enceguecedora, de manera que ya no
pudieron abrirse paso.
“¿Tienes
aquí algún otro pariente?
Saca
de este lugar a tus hijos e hijas y a cualquier otro de los tuyos que
esté en la ciudad, 13
porque estamos a punto de destruir este lugar: ha llegado hasta la
presencia del Señor un clamor tan grande contra esta gente, que él
nos ha enviado a destruirlo”.
“¡Pronto!,
les dijo, abandonen este lugar, porque el Señor va a destruir la
ciudad”.
Pero
sus yernos pensaron que estaba bromeando.
15 Al despuntar el alba, los ángeles instaron a Lot, diciéndole:
“¡Vamos!
Saca a tu mujer y a tus dos hijas que están aquí, para que no seas
aniquilado cuando la ciudad reciba su castigo”.
16
Como él no salía de su asombro, los hombres lo tomaron de la mano,
lo mismo que a su esposa y a sus dos hijas, y lo sacaron de la ciudad
para ponerlo fuera de peligro, porque el Señor tuvo compasión de
él.
17 Después que lo sacaron, uno de ellos dijo:
“Huye,
si quieres salvar la vida.
No
mires hacia atrás, ni te detengas en ningún lugar de la región
baja.
Escapa
a las montañas, para no ser aniquilado”.
“No,
por favor, Señor mío.
19
Tú has sido bondadoso con tu servidor y me has demostrado tu gran
misericordia, salvándome la vida.
Pero
yo no podré huir a las montañas, sin que antes caigan sobre mí la
destrucción y la muerte.
20
Aquí cerca hay una ciudad –es una población insignificante–
donde podré refugiarme. Deja que me quede en ella, ya que es tan
pequeña, y así estaré a salvo”.
“Voy
a complacerte una vez más: no destruiré la ciudad de la que hablas.
22
Pero apúrate; refúgiate en ella, porque no podré hacer nada hasta
que llegues allí”.
Por
eso la ciudad recibió el nombre de Soar, que significa “pequeño
poblado”.
23 Cuando el sol comenzó a brillar sobre la tierra, Lot entró en Soar.
25
Así destruyó esas ciudades y toda la extensión de la región baja,
junto con los habitantes de las ciudades y la vegetación del suelo.
27
A la madrugada del día siguiente, Abraham regresó al lugar donde
había estado en la presencia del Señor.
28
Cuando dirigió su mirada hacia Sodoma, Gomorra y toda la extensión
de la región baja, vio un humo que subía de la tierra, como el humo
de un horno.
29 Así, cuando Dios destruyó las ciudades de la región baja, se acordó de Abraham, librando a Lot de la catástrofe con que arrasó las ciudades donde él había vivido.
GÉNESIS
21, 9-21 (Ángel: 17)
La
expulsión de la esclava egipcia Agar y su hijo Ismael
“Echa
a esa esclava y a su hijo, porque el hijo de esa esclava no va a
compartir la herencia con mi hijo Isaac”.
“No
te aflijas por el niño y por tu esclava.
Concédele
a Sara lo que ella te pide, porque de Isaac nacerá la descendencia
que llevará tu nombre.
13
Y en cuanto al hijo de la esclava, yo haré de él una gran nación,
porque también es descendiente tuyo”.
14 A la madrugada del día siguiente, Abraham tomó un poco de pan y un odre con agua y se los dio a Agar; se los puso sobre las espaldas, y la despidió junto con el niño.
Ella
partió y anduvo errante por el desierto de Berseba.
15 Cuando se
acabó el agua que llevaba en el odre, puso al niño debajo de unos
arbustos, 16 y fue a sentarse aparte, a la distancia de un
tiro de flecha, pensando:
“Al
menos no veré morir al niño”.
Y
cuando estuvo sentada aparte, prorrumpió en sollozos.
17 Dios escuchó la voz del niño, y el Ángel de Dios llamó a Agar desde el cielo:
“¿Qué
te pasa, Agar?”,
le
dijo.
“No
temas, porque Dios ha oído la voz del niño que está ahí.
Fue
entonces a llenar el odre con agua y dio de beber al niño.
20 Dios acompañaba al niño y este fue creciendo.
Su
morada era el desierto, y se convirtió en un arquero experimentado.
GÉNESIS
22, 1-19 (Ángel: 11, 12 y 15)
La
expulsión de la esclava egipcia Agar y su hijo Ismael
“¡Abraham!”,
le
dijo.
Él
respondió:
“Aquí
estoy”.
“Toma
a tu hijo único, el que tanto amas, a Isaac; ve a la región de
Moria, y ofrécelo en holocausto sobre la montaña que yo te
indicaré”.
3 A la madrugada del día siguiente, Abraham ensilló su asno, tomó consigo a dos de sus servidores y a su hijo Isaac, y después de cortar la leña para el holocausto, se dirigió hacia el lugar que Dios le había indicado.
“Quédense
aquí con el asno, mientras yo y el muchacho seguimos adelante.
Daremos culto a Dios, y después volveremos a reunirnos con ustedes”.
6 Abraham recogió la leña para el holocausto y la cargó sobre su hijo Isaac; él, por su parte, tomó en sus manos el fuego y el cuchillo, y siguieron caminando los dos juntos.
-
“¡Padre!”.
Él
respondió:
-
“Sí, hijo mío”.
-
“Tenemos el fuego y la leña - continuó Isaac - pero
¿dónde está el cordero para el holocausto?”.
respondió
Abraham.
Y
siguieron caminando los dos juntos.
9
Cuando llegaron al lugar que Dios le había indicado, Abraham erigió
un altar, dispuso la leña, ató a su hijo Isaac, y lo puso sobre el
altar encima de la leña.
-
“¡Abraham, Abraham!”.
-
“Aquí estoy”, respondió él.
“No
pongas tu mano sobre el muchacho ni le hagas ningún daño.
Ahora
sé que temes a Dios, porque no me has negado ni siquiera a tu hijo
único”.
Entonces
fue a tomar el carnero, y lo ofreció en holocausto en lugar de su
hijo.
“El
Señor proveerá”,
y
de allí se origina el siguiente dicho:
“En
la montaña del Señor se proveerá”.
15 Luego el Ángel del Señor llamó por segunda vez a Abraham desde el cielo, 16 y le dijo:
“Juro
por mí mismo –oráculo del Señor– : porque
has obrado de esa manera y no me has negado a tu hijo único, 17
yo te colmaré de bendiciones y multiplicaré tu descendencia como
las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del
mar.
Tus
descendientes conquistarán las ciudades de sus enemigos, 18
y por tu descendencia se bendecirán todas las naciones de la tierra,
ya que has obedecido mi voz”.
19 Abraham regresó a donde estaban sus servidores.
Todos
juntos se fueron a Berseba, y Abraham residió allí.
GÉNESIS
24, 1-67 (Ángel: 7 y 40)
El
matrimonio de Isaac y Rebeca
-
“Coloca tu mano debajo de mi muslo, 3 y júrame por el
Señor, Dios del Cielo y de la tierra, que no buscarás una esposa
para mi hijo entre las hijas de los cananeos, con los que estoy
viviendo, 4 sino que irás a mi país natal, y de allí
traerás una esposa para Isaac”.
5
El servidor le dijo:
-
“Si la mujer no quiere venir conmigo a esta tierra, ¿debo hacer
que tu hijo regrese al país de donde saliste?”.
-
6
“Cuídate muy bien de llevar allí a mi hijo” -
replicó Abraham - 7 “El Señor,
Dios del cielo, que me sacó de mi casa paterna y de mi país natal,
y me prometió solemnemente dar esta tierra a mis descendientes,
enviará su Ángel
delante de ti, a fin de que puedas traer de
allí una esposa para mi hijo.
8
Si la mujer no quiere seguirte, quedarás libre del juramento que me
haces; pero no lleves allí a mi hijo”.
9 El servidor puso su mano debajo del muslo de Abraham, su señor, y le prestó juramento respecto de lo que habían hablado.
10
Luego tomó diez de los camellos de su señor, y llevando consigo
toda clase de regalos, partió hacia Arám Naharaim, hacia la ciudad
de Najor.
11
Allí hizo arrodillar a los camellos junto a la fuente, en las
afueras de la ciudad.
Era
el atardecer, la hora en que las mujeres salen a buscar agua.
[...]
-
“No voy a comer, si antes no expongo el
asunto que traigo entre manos”.
-
“Habla”,
le respondió Labán.
-
“Yo soy servidor de Abraham.
35
El Señor colmó de bendiciones a mi patrón y lo hizo prosperar,
dándole ovejas y vacas, plata y oro, esclavos y esclavas, camellos y
asnos.
--
‘No busques una esposa para mi hijo entre las hijas de los
cananeos, en cuyo país resido. 38 Ve, en
cambio, a mi casa paterna, y busca entre mis familiares una esposa
para mi hijo’.
--
‘El Señor, en cuya presencia he caminado siempre, enviará su
Ángel delante de ti, y hará que
logres tu cometido, trayendo para mi hijo una esposa de mi propia
familia, de mi casa paterna. 41 Para quedar libre del
juramento que me haces, debes visitar primero a mis familiares. Si
ellos no quieren dártela, el juramento ya no te obligará’.
[...]
67 y éste [Isaac] hizo entrar a Rebeca en su carpa.
Isaac
se casó con ella y la amó.
Así
encontró un consuelo después de la muerte de su madre.
GÉNESIS
28, 10-22 (Ángeles: 12)
El
sueño de Jacob en Betel: la escalera de Jacob
11
De pronto llegó a un lugar, y se detuvo en él para pasar la noche,
porque ya se había puesto el sol.
Tomó
una de las piedras del lugar, se la puso como almohada y se acostó
allí.
vio
una escalinata que estaba apoyada sobre la tierra, y cuyo extremo
superior tocaba el cielo.
Por
ella subían y bajaban ángeles de
Dios.
“Yo
soy el Señor, el Dios de Abraham, tu padre, y el Dios de Isaac.
A
ti y a tu descendencia les daré la tierra donde estás acostado.
14
Tu descendencia será numerosa como el polvo de la tierra; te
extenderás hacia el este y el oeste, el norte y el sur; y por ti y
tu descendencia, se bendecirán todas las familias de la tierra.
No
te abandonaré hasta haber cumplido todo lo que te prometo”.
16 Jacob se despertó de su sueño y exclamó:
“¡Verdaderamente
el Señor está en este lugar, y yo no lo sabía!”.
“¡Qué
temible es este lugar! Es nada menos que la casa de Dios y la puerta
del cielo”.
18
A la madrugada del día siguiente, Jacob tomó la piedra que le había
servido de almohada, la erigió como piedra conmemorativa, y derramó
aceite sobre ella.
“Si
Dios me acompaña y me protege durante el viaje que estoy realizando,
si me da pan para comer y ropa para vestirme, 21
y si puedo regresar sano y salvo a la casa de mi padre, el Señor
será mi Dios.
22
Y esta piedra conmemorativa que acabo de erigir, será la casa de
Dios. Además, le pagaré el diezmo de todo lo que me dé”.
GÉNESIS
31, 1-21 (Ángeles: 11)
“Jacob
se ha apoderado de todos los bienes de nuestro padre, y a expensas de
él ha conseguido toda esta riqueza”.
“Vuelve
a la tierra de tus padres y de tu familia, y yo estaré contigo”.
4 Jacob mandó llamar a Raquel y a Lía para que fueran a encontrarse con él en el campo donde estaba el rebaño, 5 y les dijo:
“He
advertido que el padre de ustedes ya no se comporta conmigo como
antes; pero el Dios de mi padre ha estado conmigo. 6
Ustedes saben muy bien que yo puse todo mi empeño en servir a mi
suegro. 7
Sin embargo, él se ha burlado de mí y ha cambiado diez veces mi
salario. Pero Dios no le ha permitido que me hiciera ningún mal. 8
Si él establecía:
--
‘Los animales manchados serán tu salario’,
todo
el rebaño tenía crías manchadas; y si él decía:
--‘Los
animales rayados serán tu paga’,
todo
el rebaño tenía crías rayadas.
9
Así Dios lo despojó de su ganado y me lo dio a mí.
De
pronto vi que los chivos que cubrían a las cabras eran rayados,
manchados o moteados.
--
‘¡Jacob!’.
--
‘Aquí estoy’,
le respondí.
--
‘Fíjate bien: todos los chivos que cubren a las cabras son
rayados, manchados o moteados, porque yo me he dado cuenta de todo lo
que te hizo Labán.
13
Yo soy el Dios que se te apareció en Betel, allí donde tú ungiste
una piedra conmemorativa y me hiciste un voto. Ahora levántate, sal
de este país, y regresa a tu tierra natal’”.
14 Raquel y Lía le respondieron diciendo:
-
“¿Tenemos todavía una parte y una herencia en la casa de nuestro
padre?
No
sólo nos ha vendido, sino que además se ha gastado el dinero que
recibió por nosotras.
Procede como Dios te lo ha ordenado”.
17 Inmediatamente Jacob hizo montar en los camellos a sus hijos y a sus mujeres, 18 y se llevó todo su ganado y todos sus bienes –el ganado de su propiedad, que había adquirido en Padán Arám– para ir a la tierra de Canaán, donde se encontraba Isaac, su padre.
19
Como Labán estaba ausente, esquilando sus ovejas, Raquel se adueñó
de los ídolos familiares que pertenecían a su padre.
21
Así escapó Jacob con todo lo que tenía, y apenas estuvo al otro
lado del Éufrates, se dirigió hacia la montaña de Galaad.
GÉNESIS
32, 1-3 (Ángeles: 2)
La
alianza de Jacob con Laban
1 A la
madrugada del día siguiente, Labán abrazó a sus nietos y a sus
hijas, los bendijo, y regresó a su casa, 2 mientras que
Jacob prosiguió su camino.
De
pronto, le salieron al paso unos ángeles
de Dios.
“Este
es un campamento de Dios”.
Por
eso dio a ese lugar el nombre de Majanaim.
GÉNESIS
48, 1-22 (Ángel: 16)
La
bendición de Israel-Jacob a los hijos de José, Efraím y Manasés
“Tu
padre está enfermo”.
“Tu
hijo José ha venido a verte”.
‘Yo
te haré fecundo y numeroso, haré nacer de ti una asamblea de
pueblos, y daré esta tierra a tu descendencia después de ti, en
posesión perpetua’.
5
Ahora bien, los dos hijos que tuviste en Egipto antes que yo viniera
a reunirme contigo, serán mis hijos.
Efraím
y Manasés serán míos, como lo son Rubén y Simeón.
6
Los que nacieron después de ellos, en cambio, serán tuyos, y serán
llamados con el nombre de sus hermanos para recibir su herencia.
7
Yo quiero que así sea, porque a mi regreso de Padán, mientras
íbamos por la tierra de Canaán, a poca distancia de Efratá, se me
murió tu madre Raquel, y yo la sepulté allí, junto al camino de
Efratá, es decir, de Belén”.
“Y
estos, ¿quiénes son?”.
Este
añadió:
“Acércamelos,
para que yo los bendiga”.
10
José los puso junto a Israel, que ya no veía, porque sus ojos se
habían debilitado a causa de su edad avanzada, y él los besó y los
abrazó.
“Yo
pensaba que nunca más volvería a ver tu rostro, y ahora Dios me
permite ver también tu descendencia”.
12
José los retiró de las rodillas de Israel y se inclinó
profundamente; 13
después los tomó a los dos, a Efraím con su mano derecha, para que
estuviera a la izquierda de Israel, y a Manasés con su mano
izquierda, para que estuviera a la derecha de Israel, y se los
presentó.
14
Pero Israel, entrecruzando sus manos, puso la derecha sobre la cabeza
de Efraím, que era el menor, y la izquierda sobre la cabeza de
Manasés, aunque este era el primogénito,
“El
Dios en cuya presencia
caminaron mis padres, Abraham e Isaac,
el Dios que fue mi pastor,
desde mi nacimiento hasta el día de hoy,16 el ángel que me rescató de todo mal,
bendiga a estos jóvenes,
para que en ellos sobreviva mi nombre
y el de mis padres, Abraham e Isaac,
y lleguen a ser una gran multitud sobre la tierra”.
caminaron mis padres, Abraham e Isaac,
el Dios que fue mi pastor,
desde mi nacimiento hasta el día de hoy,16 el ángel que me rescató de todo mal,
bendiga a estos jóvenes,
para que en ellos sobreviva mi nombre
y el de mis padres, Abraham e Isaac,
y lleguen a ser una gran multitud sobre la tierra”.
17
Cuando José advirtió que su padre tenía puesta la mano derecha
sobre la cabeza de Efraím,
no le pareció bien.
Entonces
tomó la mano de su padre para pasarla de la cabeza de Efraím a la
de Manasés, 18 y dijo a su padre:
“Así
no, padre, porque el primogénito es el otro; coloca tu mano derecha
sobre su cabeza”.
“Ya
lo sé, hijo mío, ya lo sé. También de él nacerá un pueblo, y
también él será grande. Pero su
hermano menor lo aventajará,
y de él descenderán naciones enteras”.
“Por
ti Israel pronunciará esta bendición:
¡Que Dios te haga como Efraímy Manasés!”.
¡Que Dios te haga como Efraímy Manasés!”.
Y
puso a Efraím delante de Manasés.
“Yo
estoy a punto de morir, pero Dios estará con ustedes y los hará
volver a la tierra de sus padres.
22
Yo, por mi parte, te doy una franja de tierra más que a tus
hermanos, la que arrebaté a los amorreos con mi espada y con mi
arco”.
ÉXODO
ÉXODO
ÉXODO 3, 2 (Querubines: 24)
El llamado de Dios a Moisés
2 Allí
se le apareció el Ángel del Señor en una llama de fuego, que salía de en
medio de la zarza...
ÉXODO 14, 19
ÉXODO 14, 19
ÉXODO 23, 20
ÉXODO 23, 23
ÉXODO 32, 34
ÉXODO 33, 2
NÚMEROS 20, 16
NÚMEROS 22, 22-27; 31-32; 34-35
JUECES 2, 1; 4; 8
JUECES 5, 23
JUECES 6, 11-12; 20-22
JUECES 13, 3; 6; 9; 13; 15-18; 20-21
I SAMUEL 29, 9
II SAMUEL 14, 17; 20
II SAMUEL 19, 28
II SAMUEL 24, 16-17
I REYES 13, 18
I REYES 19, 5; 7
II REYES 1, 3; 15
II REYES 19, 35
I CRÓNICAS 21, 12; 15-16; 18; 20; 27; 30
II CRÓNICAS 32, 21
TOBÍAS 5, 4-5; 10; 16-17; 22
TOBÍAS 6, 2; 4-5; 7; 11
TOBÍAS 11, 14
TOBÍAS 12, 15
TOBÍAS 12, 21
ESTER
I MACABEOS
II MACABEOS
II MACABEOS
JOB
JOB
SALMO 34, 8
SALMO 35, 5-6
SALMO 78, 49
SALMO 91, 11
SALMO 103, 20
SALMO 138, 1
SALMO 148, 2
ECLESIÁSTICO 48, 21
SABIDURÍA 16, 20
ISAÍAS 37, 36
BARUC 6, 6
DANIEL 3, 49; 58; 95
DANIEL 6, 23
DANIEL 8: El ángel Gabriel explica la visión
DANIEL 9: El ángel Gabriel explica la profecía
DANIEL 9: Aparición del ángel
DANIEL 13, 55; 59
DANIEL 14, 34; 36; 39
OSEAS 12, 5
MALAQUÍAS 3, 1
ZACARÍAS 1, 9; 11-14
ZACARÍAS 2, 2; 7
ZACARÍAS 3, 1-3; 5-6
ZACARÍAS 4, 1; 4-5
ZACARÍAS 5, 2; 5; 10
ZACARÍAS 6, 4-5
ZACARÍAS 12, 8
SAN MATEO 1, 20; 24
SAN MATEO 2, 13; 19
SAN MATEO 4, 6; 11
SAN MATEO 13, 39; 41; 49
SAN MATEO 16, 27
SAN MATEO 18, 10
SAN MATEO 22, 30
SAN MATEO 24, 31; 36
SAN MATEO 25, 31; 41
SAN MATEO 26, 53
SAN MATEO 28, 2; 5
SAN MARCO 1, 13
SAN MARCO 8, 38
SAN MARCO 12, 25
SAN MARCO 13, 27; 32
SAN LUCAS 1, 11; 13, 18-19; 26; 30; 34-35; 38
SAN LUCAS 2, 9-10; 13; 15; 21
SAN LUCAS 4, 10
SAN LUCAS 9, 26
SAN LUCAS 12, 8-9
SAN LUCAS 15, 10
SAN LUCAS 16, 22
SAN LUCAS 20, 36
SAN LUCAS 22, 43
SAN LUCAS 23
SAN LUCAS 24, 23
SAN JUAN 1, 51
SAN JUAN 5, 4
SAN JUAN 12, 29
SAN JUAN 20, 12
HECHOS DE LOS APÓSTOLES 5, 19
HECHOS, 6, 15
HECHOS 7, 30; 35; 38, 53;
HECHOS 8, 26
HECHOS 10, 3-4; 7; 22
HECHOS 11, 13
HECHOS 12, 7-11; 15; 23
HECHOS 23, 8-9
HECHOS 27, 23
ROMANOS 8, 38
I CORINTIOS 4, 9
I CORINTIOS 6, 3
I CORINTIOS 11, 10
I CORINTIOS 13, 1
II CORINTIOS 11, 14
II CORINTIOS 12, 7
GÁLATAS 1, 8
GÁLATAS 3, 19
GÁLATAS 4, 14
COLOSENSES 2, 18
TESALONICENSES 1, 7
I TIMOTEO 3, 16
I TIMOTEO 5, 21
HEBREOS 1, 4-7; 13
HEBREOS 2, 2; 5; 7; 9; 16
HEBREOS 12, 22
HEBREOS 13, 2
I PEDRO 1, 12
I PEDRO 3, 22
II PEDRO 2, 4; 11
JUDAS 1, 6
APOCALIPSIS 1, 1; 20
APOCALIPSIS 2, 1; 8; 12; 18
APOCALIPSIS 3, 1; 5; 7; 14
APOCALIPSIS 5, 2; 11
APOCALIPSIS 7, 1-2; 11
APOCALIPSIS 8, 2-6; 8; 10; 12-13
APOCALIPSIS 9, 1; 11; 13-15
APOCALIPSIS 10, 1; 5; 7-10
APOCALIPSIS 11, 15
APOCALIPSIS 12, 7; 9
APOCALIPSIS 14, 6; 8-10; 15; 17-19
APOCALIPSIS 15, 1; 6-8
APOCALIPSIS 16, 1; 5
APOCALIPSIS 17, 1; 7; 15
APOCALIPSIS 18, 1; 21; 17?
APOCALIPSIS 20, 1
APOCALIPSIS 21, 9; 12; 17
APOCALIPSIS 22, 1; 6; 8; 16
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