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F. Ángeles y Biblia

*** En construcción***
Última actualización: 14 / Agosto / 2016
Extraído de Pére Gilles Jeanguenin, "Les anges existent!"



GÉNESIS


GÉNESIS 3, 17-24 (Querubines: 24)

El castigo del hombre

17 Y dijo al hombre:

“Porque hiciste caso a tu mujer y comiste del árbol que yo te prohibí, maldito sea el suelo por tu culpa.


Con fatiga sacarás de él tu alimento todos los días de tu vida.

18 Él te producirá cardos y espinas y comerás la hierba del campo.

19 Ganarás el pan con el sudor de tu frente, hasta que vuelvas a la tierra, de donde fuiste sacado.

¡Porque eres polvo y al polvo volverás!”.

20 El hombre dio a su mujer el nombre de Eva, por ser ella la madre de todos los vivientes.

21 El Señor Dios hizo al hombre y a su mujer unas túnicas de pieles y los vistió.

22 Después el Señor Dios dijo:

El hombre ha llegado a ser como uno de nosotros en el conocimiento del bien y del mal.

No vaya a ser que ahora extienda su mano, tome también del árbol de la vida, coma y viva para siempre”.

23 Entonces expulsó al hombre del jardín de Edén, para que trabajara la tierra de la que había sido sacado.

24 Y después de expulsar al hombre, puso al oriente del jardín de Edén a los querubines y la llama de la espada zigzagueante, para custodiar el acceso al árbol de la vida.



GÉNESIS 16, 1-16 (Ángel: 7, 9 y 11)

El nacimiento de Ismael
1 Sarai, la esposa de Abrám, no le había dado ningún hijo.

Pero ella tenía una esclava egipcia llamada Agar.

2 Sarai dijo a Abrám:

Ya que el Señor me impide ser madre, únete a mi esclava. Tal vez por medio de ella podré tener hijos”.

Y Abrám accedió al deseo de Sarai.

3 Ya hacía diez años que Abrám vivía en Canaán, cuando Sarai, su esposa, le dio como mujer a Agar, la esclava egipcia.

4 Él se unió con Agar y ella concibió un hijo.

Al ver que estaba embarazada, comenzó a mirar con desprecio a su dueña.

5 Entonces Sarai dijo a Abrám:

Que mi afrenta recaiga sobre ti. Yo misma te entregué a mi esclava, y ahora, al ver que está embarazada, ella me mira con desprecio. El Señor sea nuestro juez, el tuyo y el mío”.

6 Abrám respondió a Sarai:

Puedes disponer de tu esclava. Trátala como mejor te parezca”.

Entonces Sarai la humilló de tal manera, que ella huyó de su presencia.

7 El Ángel del Señor la encontró en el desierto, junto a un manantial –la fuente que está en el camino a Sur– 8 y le preguntó:

Agar, esclava de Sarai, ¿de dónde vienes y adónde vas?”.

Estoy huyendo de Sarai, mi dueña”,

le respondió ella.

9 Pero el Ángel del Señor le dijo:

Vuelve con tu dueña y permanece sometida a ella”.

10 Luego añadió:

Yo multiplicaré de tal manera el número de tus descendientes, que nadie podrá contarlos”.

11 Y el Ángel del Señor le siguió diciendo:


Tú has concebido y darás a luz un hijo,
al que llamarás Ismael,
porque el Señor ha escuchado tu aflicción.

12 Más que un hombre, será un asno salvaje:
alzará su mano contra todos
y todos la alzarán contra él;
y vivirá enfrentado a todos sus hermanos”.

13 Agar llamó al Señor, que le había hablado, con este nombre:


Tú eres El Roí, que significa ‘Dios se hace visible’”

porque ella dijo:

¿No he visto yo también a aquel que me ve?”.

14 Por eso aquel pozo, que se encuentra entre Cades y Bered, se llamó Pozo de Lajai Roí, que significa “Pozo del Viviente que me ve”.

15 Después Agar dio a Abrám un hijo, y Abrám lo llamó Ismael.


16 Cuando Agar lo hizo padre de Ismael, Abrám tenía ochenta y seis años.


GÉNESIS 19, 1-29 (Dos ángeles: 1; Ángeles: 15)

La corrupción de Sodoma

1 Los dos ángeles llegaron a Sodoma al atardecer, mientras Lot estaba sentado a la puerta de la ciudad.

Al verlos, se levantó para saludarlos, e inclinándose hasta el suelo, 2 les dijo:

- “Les ruego, señores, que vengan a pasar la noche en casa de este servidor. Lávense los pies, y mañana bien temprano podrán seguir viaje”.

- “No - le respondieron ellos [los dos ángeles] - pasaremos la noche en la plaza”.

3 Pero él les insistió tanto, que al fin se fueron con él y se hospedaron en su casa.

Lot les preparó una comida, hizo cocinar galletas sin levadura, y ellos comieron.

4 Aún no se habían acostado, cuando los hombres de la ciudad, los hombres de Sodoma, se agolparon alrededor de la casa.

Estaba la población en pleno, sin excepción alguna, desde el más joven hasta el más viejo.

5 Entonces llamaron a Lot y le dijeron:

¿Dónde están esos hombres que vinieron a tu casa esta noche?

Tráelos afuera para que tengamos relaciones con ellos”.

6 Lot se presentó ante ellos a la entrada de la casa, y cerrando la puerta detrás de sí, 7 dijo:

Amigos, les suplico que no cometan esa ruindad.

8 Yo tengo dos hijas que todavía son vírgenes.

Se las traeré, y ustedes podrán hacer con ellas lo que mejor les parezca.

Pero no hagan nada a esos hombres, ya que se han hospedado bajo mi techo”.

9 Ellos le respondieron:

Apártate de ahí”.

Y añadieron:

Este individuo no es más que un inmigrante, y ahora se pone a juzgar.

A ti te trataremos peor que a ellos”.

Luego se abalanzaron violentamente contra Lot, y se acercaron para derribar la puerta.

10 Pero los dos hombres, sacando los brazos, llevaron a Lot adentro y cerraron la puerta.

11 Y a todos los que estaban a la entrada de la casa, pequeños y grandes, los hirieron con una luz enceguecedora, de manera que ya no pudieron abrirse paso.


La destrucción de Sodoma

12 Después los hombres preguntaron a Lot:

¿Tienes aquí algún otro pariente?

Saca de este lugar a tus hijos e hijas y a cualquier otro de los tuyos que esté en la ciudad, 13 porque estamos a punto de destruir este lugar: ha llegado hasta la presencia del Señor un clamor tan grande contra esta gente, que él nos ha enviado a destruirlo”.

14 Entonces Lot salió para comunicar la noticia a sus yernos, los que iban a casarse con sus hijas.

¡Pronto!, les dijo, abandonen este lugar, porque el Señor va a destruir la ciudad”.

Pero sus yernos pensaron que estaba bromeando.

15 Al despuntar el alba, los ángeles instaron a Lot, diciéndole:


¡Vamos! Saca a tu mujer y a tus dos hijas que están aquí, para que no seas aniquilado cuando la ciudad reciba su castigo”.

16 Como él no salía de su asombro, los hombres lo tomaron de la mano, lo mismo que a su esposa y a sus dos hijas, y lo sacaron de la ciudad para ponerlo fuera de peligro, porque el Señor tuvo compasión de él.

17 Después que lo sacaron, uno de ellos dijo:


Huye, si quieres salvar la vida.

No mires hacia atrás, ni te detengas en ningún lugar de la región baja.

Escapa a las montañas, para no ser aniquilado”.

18 Lot respondió:

No, por favor, Señor mío.

19 Tú has sido bondadoso con tu servidor y me has demostrado tu gran misericordia, salvándome la vida.

Pero yo no podré huir a las montañas, sin que antes caigan sobre mí la destrucción y la muerte.

20 Aquí cerca hay una ciudad –es una población insignificante– donde podré refugiarme. Deja que me quede en ella, ya que es tan pequeña, y así estaré a salvo”.

21 Entonces él le respondió:

Voy a complacerte una vez más: no destruiré la ciudad de la que hablas. 22 Pero apúrate; refúgiate en ella, porque no podré hacer nada hasta que llegues allí”.

Por eso la ciudad recibió el nombre de Soar, que significa “pequeño poblado”.

23 Cuando el sol comenzó a brillar sobre la tierra, Lot entró en Soar.


24 Entonces el Señor hizo llover sobre Sodoma y Gomorra azufre y fuego que descendían del cielo.

25 Así destruyó esas ciudades y toda la extensión de la región baja, junto con los habitantes de las ciudades y la vegetación del suelo.

26 Y como la mujer de Lot miró hacia atrás, quedó convertida en una columna de sal.

27 A la madrugada del día siguiente, Abraham regresó al lugar donde había estado en la presencia del Señor.

28 Cuando dirigió su mirada hacia Sodoma, Gomorra y toda la extensión de la región baja, vio un humo que subía de la tierra, como el humo de un horno.

29 Así, cuando Dios destruyó las ciudades de la región baja, se acordó de Abraham, librando a Lot de la catástrofe con que arrasó las ciudades donde él había vivido.
 



GÉNESIS 21, 9-21 (Ángel: 17)

La expulsión de la esclava egipcia Agar y su hijo Ismael

9 Sara vio que el hijo de Agar, la egipcia, jugaba con su hijo Isaac.

10 Entonces dijo a Abraham:

Echa a esa esclava y a su hijo, porque el hijo de esa esclava no va a compartir la herencia con mi hijo Isaac”.

11 Esto afligió profundamente a Abraham, ya que el otro también era hijo suyo.

12 Pero Dios le dijo:

No te aflijas por el niño y por tu esclava.

Concédele a Sara lo que ella te pide, porque de Isaac nacerá la descendencia que llevará tu nombre.

13 Y en cuanto al hijo de la esclava, yo haré de él una gran nación, porque también es descendiente tuyo”.

14 A la madrugada del día siguiente, Abraham tomó un poco de pan y un odre con agua y se los dio a Agar; se los puso sobre las espaldas, y la despidió junto con el niño.


Ella partió y anduvo errante por el desierto de Berseba.

15 Cuando se acabó el agua que llevaba en el odre, puso al niño debajo de unos arbustos, 16 y fue a sentarse aparte, a la distancia de un tiro de flecha, pensando:

Al menos no veré morir al niño”.

Y cuando estuvo sentada aparte, prorrumpió en sollozos.

17 Dios escuchó la voz del niño, y el Ángel de Dios llamó a Agar desde el cielo:


¿Qué te pasa, Agar?”,

le dijo.

No temas, porque Dios ha oído la voz del niño que está ahí.

18 Levántate, alza al niño y estréchalo bien en tus brazos, porque yo haré de él una gran nación”.

19 En seguida Dios le abrió los ojos, y ella divisó un pozo de agua.

Fue entonces a llenar el odre con agua y dio de beber al niño.

20 Dios acompañaba al niño y este fue creciendo.


Su morada era el desierto, y se convirtió en un arquero experimentado.

21 Vivió en el desierto de Parán, y su madre lo casó con una mujer egipcia.



GÉNESIS 22, 1-19 (Ángel: 11, 12 y 15)

La expulsión de la esclava egipcia Agar y su hijo Ismael

1 Después de estos acontecimientos, Dios puso a prueba a Abraham.

¡Abraham!”,

le dijo.

Él respondió:

Aquí estoy”.

2 Entonces Dios le siguió diciendo:

Toma a tu hijo único, el que tanto amas, a Isaac; ve a la región de Moria, y ofrécelo en holocausto sobre la montaña que yo te indicaré”.

3 A la madrugada del día siguiente, Abraham ensilló su asno, tomó consigo a dos de sus servidores y a su hijo Isaac, y después de cortar la leña para el holocausto, se dirigió hacia el lugar que Dios le había indicado.


4 Al tercer día, alzando los ojos, divisó el lugar desde lejos, 5 y dijo a sus servidores:

Quédense aquí con el asno, mientras yo y el muchacho seguimos adelante. Daremos culto a Dios, y después volveremos a reunirnos con ustedes”.

6 Abraham recogió la leña para el holocausto y la cargó sobre su hijo Isaac; él, por su parte, tomó en sus manos el fuego y el cuchillo, y siguieron caminando los dos juntos.


7 Isaac rompió el silencio y dijo a su padre Abraham:

- “¡Padre!”.

Él respondió:

- “Sí, hijo mío”.

- “Tenemos el fuego y la leña - continuó Isaac - pero ¿dónde está el cordero para el holocausto?”.

- 8 “Dios proveerá el cordero para el holocausto”,

respondió Abraham.

Y siguieron caminando los dos juntos.

9 Cuando llegaron al lugar que Dios le había indicado, Abraham erigió un altar, dispuso la leña, ató a su hijo Isaac, y lo puso sobre el altar encima de la leña.

10 Luego extendió su mano y tomó el cuchillo para inmolar a su hijo.

11 Pero el Ángel del Señor lo llamó desde el cielo:

- “¡Abraham, Abraham!”.

- “Aquí estoy”, respondió él.

12 Y el Ángel le dijo:

No pongas tu mano sobre el muchacho ni le hagas ningún daño.

Ahora sé que temes a Dios, porque no me has negado ni siquiera a tu hijo único”.

13 Al levantar la vista, Abraham vio un carnero que tenía los cuernos enredados en una zarza.

Entonces fue a tomar el carnero, y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo.

14 Abraham llamó a ese lugar:

El Señor proveerá”,

y de allí se origina el siguiente dicho:

En la montaña del Señor se proveerá”.

15 Luego el Ángel del Señor llamó por segunda vez a Abraham desde el cielo, 16 y le dijo:


Juro por mí mismo –oráculo del Señor– : porque has obrado de esa manera y no me has negado a tu hijo único, 17 yo te colmaré de bendiciones y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar.

Tus descendientes conquistarán las ciudades de sus enemigos, 18 y por tu descendencia se bendecirán todas las naciones de la tierra, ya que has obedecido mi voz”.

19 Abraham regresó a donde estaban sus servidores.


Todos juntos se fueron a Berseba, y Abraham residió allí.



GÉNESIS 24, 1-67 (Ángel: 7 y 40)

El matrimonio de Isaac y Rebeca

1 Abraham ya era un anciano de edad avanzada, y el Señor lo había bendecido en todo.

2 Entonces dijo al servidor más antiguo de su casa, el que le administraba todos los bienes:

- “Coloca tu mano debajo de mi muslo, 3 y júrame por el Señor, Dios del Cielo y de la tierra, que no buscarás una esposa para mi hijo entre las hijas de los cananeos, con los que estoy viviendo, 4 sino que irás a mi país natal, y de allí traerás una esposa para Isaac”.

5 El servidor le dijo:

- “Si la mujer no quiere venir conmigo a esta tierra, ¿debo hacer que tu hijo regrese al país de donde saliste?”.

- 6 “Cuídate muy bien de llevar allí a mi hijo” - replicó Abraham - 7 “El Señor, Dios del cielo, que me sacó de mi casa paterna y de mi país natal, y me prometió solemnemente dar esta tierra a mis descendientes, enviará su Ángel delante de ti, a fin de que puedas traer de allí una esposa para mi hijo.

8 Si la mujer no quiere seguirte, quedarás libre del juramento que me haces; pero no lleves allí a mi hijo”.

9 El servidor puso su mano debajo del muslo de Abraham, su señor, y le prestó juramento respecto de lo que habían hablado.


10 Luego tomó diez de los camellos de su señor, y llevando consigo toda clase de regalos, partió hacia Arám Naharaim, hacia la ciudad de Najor.

11 Allí hizo arrodillar a los camellos junto a la fuente, en las afueras de la ciudad.

Era el atardecer, la hora en que las mujeres salen a buscar agua.

[...]

33 Pero cuando le sirvieron de comer, el hombre [servidor de Abraham] dijo:

- “No voy a comer, si antes no expongo el asunto que traigo entre manos”.

- “Habla”, le respondió Labán.

34 Él continuó [el servidor de Abraham]:

- “Yo soy servidor de Abraham.

35 El Señor colmó de bendiciones a mi patrón y lo hizo prosperar, dándole ovejas y vacas, plata y oro, esclavos y esclavas, camellos y asnos.

36 Y su esposa Sara, siendo ya anciana, le dio un hijo, a quien mi patrón legó todos sus bienes.

37 Ahora bien, mi patrón me hizo prestar un juramento, diciendo:

-- ‘No busques una esposa para mi hijo entre las hijas de los cananeos, en cuyo país resido. 38 Ve, en cambio, a mi casa paterna, y busca entre mis familiares una esposa para mi hijo’.

-- 39 ‘¿Y si la mujer se niega a venir conmigo?’, le pregunté.

40 Pero él me respondió:

-- ‘El Señor, en cuya presencia he caminado siempre, enviará su Ángel delante de ti, y hará que logres tu cometido, trayendo para mi hijo una esposa de mi propia familia, de mi casa paterna. 41 Para quedar libre del juramento que me haces, debes visitar primero a mis familiares. Si ellos no quieren dártela, el juramento ya no te obligará’.

[...]

67 y éste [Isaac] hizo entrar a Rebeca en su carpa.

Isaac se casó con ella y la amó.

Así encontró un consuelo después de la muerte de su madre.



GÉNESIS 28, 10-22 (Ángeles: 12)

El sueño de Jacob en Betel: la escalera de Jacob

10 Jacob partió de Berseba y se dirigió hacia Jarán.

11 De pronto llegó a un lugar, y se detuvo en él para pasar la noche, porque ya se había puesto el sol.

Tomó una de las piedras del lugar, se la puso como almohada y se acostó allí.

12 Entonces tuvo un sueño:

vio una escalinata que estaba apoyada sobre la tierra, y cuyo extremo superior tocaba el cielo.

Por ella subían y bajaban ángeles de Dios.

13 Y el Señor, de pie junto a él, le decía:

Yo soy el Señor, el Dios de Abraham, tu padre, y el Dios de Isaac.

A ti y a tu descendencia les daré la tierra donde estás acostado.

14 Tu descendencia será numerosa como el polvo de la tierra; te extenderás hacia el este y el oeste, el norte y el sur; y por ti y tu descendencia, se bendecirán todas las familias de la tierra.

15 Yo estoy contigo: te protegeré dondequiera que vayas, y te haré volver a esta tierra.

No te abandonaré hasta haber cumplido todo lo que te prometo”.

16 Jacob se despertó de su sueño y exclamó:


¡Verdaderamente el Señor está en este lugar, y yo no lo sabía!”.

17 Y lleno de temor, añadió:

¡Qué temible es este lugar! Es nada menos que la casa de Dios y la puerta del cielo”.

18 A la madrugada del día siguiente, Jacob tomó la piedra que le había servido de almohada, la erigió como piedra conmemorativa, y derramó aceite sobre ella.

19 Y a ese lugar, que antes se llamaba Luz, lo llamó Betel, que significa “Casa de Dios”.

20 Luego Jacob hizo este voto:

Si Dios me acompaña y me protege durante el viaje que estoy realizando, si me da pan para comer y ropa para vestirme, 21 y si puedo regresar sano y salvo a la casa de mi padre, el Señor será mi Dios.

22 Y esta piedra conmemorativa que acabo de erigir, será la casa de Dios. Además, le pagaré el diezmo de todo lo que me dé”.



GÉNESIS 31, 1-21 (Ángeles: 11)

La huida de Jacob

1 Jacob se enteró de que los hijos de Labán andaban diciendo:

Jacob se ha apoderado de todos los bienes de nuestro padre, y a expensas de él ha conseguido toda esta riqueza”.

2 Y también advirtió que la actitud de Labán para con él ya no era la misma de antes.

3 Entonces el Señor le dijo:

Vuelve a la tierra de tus padres y de tu familia, y yo estaré contigo”.

4 Jacob mandó llamar a Raquel y a Lía para que fueran a encontrarse con él en el campo donde estaba el rebaño, 5 y les dijo:


He advertido que el padre de ustedes ya no se comporta conmigo como antes; pero el Dios de mi padre ha estado conmigo. 6 Ustedes saben muy bien que yo puse todo mi empeño en servir a mi suegro. 7 Sin embargo, él se ha burlado de mí y ha cambiado diez veces mi salario. Pero Dios no le ha permitido que me hiciera ningún mal. 8 Si él establecía:

-- ‘Los animales manchados serán tu salario’,

todo el rebaño tenía crías manchadas; y si él decía:

--‘Los animales rayados serán tu paga’,

todo el rebaño tenía crías rayadas.

9 Así Dios lo despojó de su ganado y me lo dio a mí.

10 Una vez, durante el período en que el rebaño entra en celo, yo tuve un sueño.

De pronto vi que los chivos que cubrían a las cabras eran rayados, manchados o moteados.

11 Y en el sueño, el Ángel de Dios me llamó:

-- ‘¡Jacob!’.

-- ‘Aquí estoy’, le respondí.

12 Entonces él me dijo:

-- ‘Fíjate bien: todos los chivos que cubren a las cabras son rayados, manchados o moteados, porque yo me he dado cuenta de todo lo que te hizo Labán.

13 Yo soy el Dios que se te apareció en Betel, allí donde tú ungiste una piedra conmemorativa y me hiciste un voto. Ahora levántate, sal de este país, y regresa a tu tierra natal’”.

14 Raquel y Lía le respondieron diciendo:


- “¿Tenemos todavía una parte y una herencia en la casa de nuestro padre?

15 ¿Acaso no nos ha tratado como a extrañas?

No sólo nos ha vendido, sino que además se ha gastado el dinero que recibió por nosotras.

16 Sí, toda la riqueza que Dios le ha quitado a nuestro padre es nuestra y de nuestros hijos.

Procede como Dios te lo ha ordenado”.

17 Inmediatamente Jacob hizo montar en los camellos a sus hijos y a sus mujeres, 18 y se llevó todo su ganado y todos sus bienes –el ganado de su propiedad, que había adquirido en Padán Arám– para ir a la tierra de Canaán, donde se encontraba Isaac, su padre.


19 Como Labán estaba ausente, esquilando sus ovejas, Raquel se adueñó de los ídolos familiares que pertenecían a su padre.

20 Y Jacob engañó a Labán, el arameo, porque huyó sin decirle una palabra.

21 Así escapó Jacob con todo lo que tenía, y apenas estuvo al otro lado del Éufrates, se dirigió hacia la montaña de Galaad.



GÉNESIS 32, 1-3 (Ángeles: 2)

La alianza de Jacob con Laban

1 A la madrugada del día siguiente, Labán abrazó a sus nietos y a sus hijas, los bendijo, y regresó a su casa, 2 mientras que Jacob prosiguió su camino.

De pronto, le salieron al paso unos ángeles de Dios.

3 Al verlos, Jacob exclamó:

Este es un campamento de Dios”.

Por eso dio a ese lugar el nombre de Majanaim.


GÉNESIS 48, 1-22 (Ángel: 16)

La bendición de Israel-Jacob a los hijos de José, Efraím y Manasés

1 Después de estos acontecimientos, José recibió esta noticia:

Tu padre está enfermo”.

Entonces llevó a sus dos hijos, Manasés y Efraím, 2 y se hizo anunciar a su padre:

Tu hijo José ha venido a verte”.

Israel, haciendo un esfuerzo, se sentó en su lecho, 3 y dijo a José:

El Dios Todopoderoso se me apareció, en Luz, en la tierra de Canaán, y me bendijo, 4 diciendo:

Yo te haré fecundo y numeroso, haré nacer de ti una asamblea de pueblos, y daré esta tierra a tu descendencia después de ti, en posesión perpetua’.

5 Ahora bien, los dos hijos que tuviste en Egipto antes que yo viniera a reunirme contigo, serán mis hijos.

Efraím y Manasés serán míos, como lo son Rubén y Simeón.

6 Los que nacieron después de ellos, en cambio, serán tuyos, y serán llamados con el nombre de sus hermanos para recibir su herencia.

7 Yo quiero que así sea, porque a mi regreso de Padán, mientras íbamos por la tierra de Canaán, a poca distancia de Efratá, se me murió tu madre Raquel, y yo la sepulté allí, junto al camino de Efratá, es decir, de Belén”.

8 Al ver a los hijos de José, Israel preguntó:

Y estos, ¿quiénes son?”.

9 “Son mis hijos, los que Dios me dio aquí”, respondió José a su padre.

Este añadió:

Acércamelos, para que yo los bendiga”.

10 José los puso junto a Israel, que ya no veía, porque sus ojos se habían debilitado a causa de su edad avanzada, y él los besó y los abrazó.

11 Luego Israel dijo a José:

Yo pensaba que nunca más volvería a ver tu rostro, y ahora Dios me permite ver también tu descendencia”.

12 José los retiró de las rodillas de Israel y se inclinó profundamente; 13 después los tomó a los dos, a Efraím con su mano derecha, para que estuviera a la izquierda de Israel, y a Manasés con su mano izquierda, para que estuviera a la derecha de Israel, y se los presentó.

14 Pero Israel, entrecruzando sus manos, puso la derecha sobre la cabeza de Efraím, que era el menor, y la izquierda sobre la cabeza de Manasés, aunque este era el primogénito,

15 y los bendijo, diciendo:

El Dios en cuya presencia
caminaron mis padres, Abraham e Isaac,
el Dios que fue mi pastor,
desde mi nacimiento hasta el día de hoy,
16 el ángel que me rescató de todo mal,
bendiga a estos jóvenes,
para que en ellos sobreviva mi nombre
y el de mis padres, Abraham e Isaac,
y lleguen a ser una gran multitud sobre la tierra”.

17 Cuando José advirtió que su padre tenía puesta la mano derecha sobre la cabeza de Efraím, no le pareció bien.

Entonces tomó la mano de su padre para pasarla de la cabeza de Efraím a la de Manasés, 18 y dijo a su padre:

Así no, padre, porque el primogénito es el otro; coloca tu mano derecha sobre su cabeza”.

19 Pero su padre se resistió con estas palabras:

Ya lo sé, hijo mío, ya lo sé. También de él nacerá un pueblo, y también él será grande. Pero su hermano menor lo aventajará, y de él descenderán naciones enteras”.

20 Y aquel día pronunció sobre ellos esta bendición:

Por ti Israel pronunciará esta bendición:
¡Que Dios te haga como Efraímy Manasés!”.

Y puso a Efraím delante de Manasés.

21 Finalmente, Israel dijo a José:

Yo estoy a punto de morir, pero Dios estará con ustedes y los hará volver a la tierra de sus padres.

22 Yo, por mi parte, te doy una franja de tierra más que a tus hermanos, la que arrebaté a los amorreos con mi espada y con mi arco”.



ÉXODO


ÉXODO 3, 2 (Querubines: 24)

El llamado de Dios a Moisés


ÉXODO 23, 20

ÉXODO 23, 23

ÉXODO 32, 34 

ÉXODO 33, 2

NÚMEROS 20, 16

NÚMEROS 22, 22-27; 31-32; 34-35

JUECES 2, 1; 4; 8

JUECES 5, 23

JUECES 6, 11-12; 20-22

JUECES 13, 3; 6; 9; 13; 15-18; 20-21

I SAMUEL 29, 9

II SAMUEL 14, 17; 20


II SAMUEL 19, 28

II SAMUEL 24, 16-17

I REYES 13, 18

I REYES 19, 5; 7

II REYES 1, 3; 15

II REYES 19, 35

I CRÓNICAS 21, 12; 15-16; 18; 20; 27; 30

II CRÓNICAS 32, 21

TOBÍAS 5, 4-5; 10; 16-17; 22

TOBÍAS 6, 2; 4-5; 7; 11

TOBÍAS 11, 14

TOBÍAS 12, 15

TOBÍAS 12, 21

ESTER

I MACABEOS

II MACABEOS

II MACABEOS

JOB

JOB

SALMO 34, 8

SALMO 35, 5-6

SALMO 78, 49

SALMO 91, 11

SALMO 103, 20

SALMO 138, 1

SALMO 148, 2

ECLESIÁSTICO 48, 21

SABIDURÍA 16, 20

ISAÍAS 37, 36

BARUC 6, 6

DANIEL 3, 49; 58; 95

DANIEL 6, 23

DANIEL 8: El ángel Gabriel explica la visión

DANIEL 9: El ángel Gabriel explica la profecía

DANIEL 9: Aparición del ángel

DANIEL 13, 55; 59

DANIEL 14, 34; 36; 39

OSEAS 12, 5

MALAQUÍAS 3, 1

ZACARÍAS 1, 9; 11-14

ZACARÍAS 2, 2; 7

ZACARÍAS 3, 1-3; 5-6

ZACARÍAS 4, 1; 4-5

ZACARÍAS 5, 2; 5; 10

ZACARÍAS 6, 4-5

ZACARÍAS 12, 8


SAN MATEO 1, 20; 24

SAN MATEO 2, 13; 19

SAN MATEO 4, 6; 11

SAN MATEO 13, 39; 41; 49

SAN MATEO 16, 27

SAN MATEO 18, 10

SAN MATEO 22, 30

SAN MATEO 24, 31; 36

SAN MATEO 25, 31; 41

SAN MATEO 26, 53

SAN MATEO 28, 2; 5


SAN MARCO 1, 13

SAN MARCO 8, 38

SAN MARCO 12, 25

SAN MARCO 13, 27; 32


SAN LUCAS 1, 11; 13, 18-19; 26; 30; 34-35; 38

SAN LUCAS 2, 9-10; 13; 15; 21

SAN LUCAS 4, 10

SAN LUCAS 9, 26

SAN LUCAS 12, 8-9

SAN LUCAS 15, 10

SAN LUCAS 16, 22

SAN LUCAS 20, 36

SAN LUCAS 22, 43

SAN LUCAS 23

SAN LUCAS 24, 23


SAN JUAN 1, 51

SAN JUAN 5, 4

SAN JUAN 12, 29

SAN JUAN 20, 12


HECHOS DE LOS APÓSTOLES 5, 19

HECHOS, 6, 15

HECHOS 7, 30; 35; 38, 53;

HECHOS 8, 26

HECHOS 10, 3-4; 7; 22

HECHOS 11, 13

HECHOS 12, 7-11; 15; 23

HECHOS 23, 8-9

HECHOS 27, 23


ROMANOS 8, 38


I CORINTIOS 4, 9

I CORINTIOS 6, 3

I CORINTIOS 11, 10

I CORINTIOS 13, 1

II CORINTIOS 11, 14

II CORINTIOS 12, 7


GÁLATAS 1, 8

GÁLATAS 3, 19

GÁLATAS 4, 14


COLOSENSES 2, 18


TESALONICENSES 1, 7


I TIMOTEO 3, 16

I TIMOTEO 5, 21


HEBREOS 1, 4-7; 13

HEBREOS 2, 2; 5; 7; 9; 16

HEBREOS 12, 22

HEBREOS 13, 2


I PEDRO 1, 12

I PEDRO 3, 22


II PEDRO 2, 4; 11


JUDAS 1, 6


APOCALIPSIS 1, 1; 20

APOCALIPSIS 2, 1; 8; 12; 18

APOCALIPSIS 3, 1; 5; 7; 14

APOCALIPSIS 5, 2; 11

APOCALIPSIS 7, 1-2; 11

APOCALIPSIS 8, 2-6; 8; 10; 12-13

APOCALIPSIS 9, 1; 11; 13-15

APOCALIPSIS 10, 1; 5; 7-10

APOCALIPSIS 11, 15

APOCALIPSIS 12, 7; 9

APOCALIPSIS 14, 6; 8-10; 15; 17-19

APOCALIPSIS 15, 1; 6-8

APOCALIPSIS 16, 1; 5

APOCALIPSIS 17, 1; 7; 15

APOCALIPSIS 18, 1; 21; 17?

APOCALIPSIS 20, 1

APOCALIPSIS 21, 9; 12; 17

APOCALIPSIS 22, 1; 6; 8; 16





























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