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6. ORACIONES DE LIBERACIÓN o expulsión, o exorcismo menor o dimicatio

SED LIBERA NOS A MALO

1. Las oraciones de liberación (liberar), oraciones de expulsión (expulsar) o exorcismos menores (el exorcismo mayor son los Rituales de 1614 y 1998), que pueden hacer todos los fieles (laicos, religiosos y consagrados), conjugan dos tipos de oraciones: la oración de petición con la oración de intercesión

Tienen la finalidad de liberarnos de cualquier importunación u acción del demonio sobre nosotros o sobre el prójimo, en animales y lugares y cosas, incluso de una acción demoníaca sobre una comunidad o sociedad, del tipo que sea, ciudad, comarca, región, Estado, empresa, administración, asociación, colegio, universidad, comunidad eclesial, comunidad de vecinos... (Catecismo, 2629 y ss.; 2634 y ss.).

Las oraciones de liberación, expulsión o exorcismos menores pueden hacerse con presencia o en ausencia del afectado. de forma vocal o mental

También hay exorcismos menores hacia lugares infestados (por violencia, mafias, terrorismo, guerrilla, guerra civil, delincuencia, esoterismo, satanismo, sectas, Nueva Era, inmoralidad pública, drogas, prostitución...) 

- Para hacerlas en presencia de la persona afectada, de ordinario hay que guardar las normas eclesiales y de prudencia, debido a la posible peligrosidad del poseso o influenciado, los posibles daños sobre su salud e integridad, y a la necesidad de esta en estado de gracia. 

Se puede realizar un exorcismo menor de urgencia o emergencia si acaece una manifestación espontánea e inesperada (en un descampado, por la noche, en una ermita solitaria, en un domicilio), debiendo de ayudar al poseso o influenciado en su ataque (ropa, respiración, enfermedades, protección de riesgos y peligros). 

- Siempre se puede hacer un exorcismo en ausencia (a distancia) del afectado, individual o en grupo, a través de las oraciones ordinarias con intención liberatoria.

- La liberación puede hacerse también sobre lugares infestados como hizo San Francisco, durante la guerra civil de Arezzo: pidió al hermano Silvestre para que expulsara los demonios que habitaban en dicha ciudad. Mientras el santo estaba concentrado en sus rezos y oraciones de liberación demoníaca, Silvestre ejecuta la acción exorcística de mando contra las huestes diabólicas, siendo la Iglesia la responsable superior de la liberación demoníaca, y Jesús, su Esposo, el responsable último de la expulsión de los ángeles apostáticos. 


SAN FRANCISCO, AREZZO Y LA LUCHA EXORCÍSTICA DE LA "DIMICATIO": 

"Llegó Francisco a Arezzo cuando toda la ciudad se hallaba agitada por unas luchas internas tan espantosas, que amenazaban hundirla en una próxima ruina. 
Alojado en el suburbio, vio sobre la ciudad unos demonios que daban brincos de alegría y azuzaban los ánimos perturbados de los ciudadanos para lanzarse a matar unos a otros. 
Con el fin de ahuyentar aquellas insidiosas potestades aéreas, envió delante de sí, como mensajero, al hermano Silvestre, varón de colombina simplicidad, diciéndole: 
--- «Marcha a las puertas de la ciudad y, de parte de Dios omnipotente, manda a los demonios, por santa obediencia, que salgan inmediatamente de allí».
Se apresuró el hermano Silvestre a cumplir las órdenes del Padre, y, prorrumpiendo en alabanzas ante la presencia del Señor, llegó a la puerta de la ciudad y se puso a gritar con voz potente: 
--- «¡De parte de Dios omnipotente y por mandato de su siervo Francisco, marchaos lejos de aquí, demonios todos!»
Al punto quedó apaciguada la ciudad, y sus habitantes, en medio de una gran serenidad, volvieron a respetarse mutuamente en sus derechos cívicos. 

www.franciscanos.org/buenaventura/buenaventura3.html
Cuadro de Giotto: www.artehistoria.com/v2/obras/15293.htm

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2. El exorcismo menor u oración de liberación de los laicos o sacerdotes no exorcistas se llama DIMICATIO [lucha. De "dimico", y éste de "dis-" y "mico", agitarse, sacudirse].

La dimicatio son las oraciones de liberación o expulsión dirigidas contra la infestación demoníaca local o grupal: alejar al demonio de una comunidad o lugar.

Es un poder sacramental en los ordenados, y es un poder de la fe en los laicos, al ser una petición de los laicos a Dios para que ate y ligue el poder del Maligno. La puede practicar un laico o un grupo de laicos con o sin sacerdote. 


Es una lucha entre los demonios y los hombres que atan ese poder con la oración, gracias a la Iglesia y Jesús.

Partes de la dimicatio:

1. Oración de petición a Dios para que aleje al demonio de un grupo de personas (parroquia, convento, ciudad, empresa, país)

2. Conjuración al demonio, en el nombre de Dios, para que se aleje de un lugar o grupo, como puede ser un apostolado o actividad eclesiástica que empieza o se desarrolla.

Un grupo de oración de laicos deben de suplicar deprecativamente a Dios ("En nombre de Jesucristo, vete demonio), nunca deben dirigirse directamente al demonio como hace un exorcista (Te ordeno / Te ordenamos, vete demonio).

La dimicatio puede hacerla un grupo de oración con laicos, pero si hay una orden directa al demonio, debe de realizarla un sacerdote ordenado in sacris.

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3.   Rechace totalmente cualquier exorcismo u oración de liberación que contengan:

a) los nombres de ángeles diferentes a los únicos tres arcángeles nominados por la Biblia: Miguel, Rafael y Gabriel

Nunca mencione supuestos nombres de otros ángeles, dado que pueden ser nombres de demonios. Tampoco recurra a nombres de santos no católicos, ni a supuestas guías y gurús espirituales, dioses, poderes, fuerzas, entidades, almas errantes...

b) frases de supuesto hebreo, arameo, latín, griego u otra lengua viva o muerta, incluso supuestamente angélica u otra vernácula extranjera que no entienda: puede recitar oraciones a favor de los demonios sin saberlo.

Hable en su lengua propia, pues sólo se usa el latín en las oraciones aprobadas por la Iglesia en los dos Ritos de 1614 y 1998.

c) procedimientos, condiciones, requisitos, situaciones o circunstancias que la tradición católica, la lógica y la razón no impone: el rito es de forma libre y liberada de formalismos. No sirven las oraciones de liberación NO católicas.

d) imposiciones o recomendaciones de pago de dinero o en especies, herencias, legados y donaciones, compraventas y préstamos, necesidad de contratar con empresas o personas concretas, compra de objetos, bienes y servicios, obligación de hipotecar, garantizar deudas, o bien de prestar servicios personales de cualquier tipo, sean lícitos o ilícitos (matrimonio, acompañamiento, pintar un cuadro, hacer una acción u omisión...): el bien sagrado de la liberación y expulsión demoníaca de personas y lugares es gratis.

e) que intervengan brujos, esoterismos, Nueva Era, hechizos, amuletos, sortilegios, objetos rituales no católicos: son invocaciones directas al demonio.

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4. En el Catecismo de la Iglesia Católica se puede encontrar toda la doctrina oficial y verdadera sobre la oración cristiana, que no existe en ninguna Iglesia o comunidad, sea ortodoxa, evangélica, anglicana o de cualquier otra denominación, ni tampoco se encuentra en ninguna otro ideario o creencia religiosa, espiritual, conviccional, científica, filosófica (Cuarta Parte, del 2558 al 2865).

Rechace absolutamente, sin excepción, cualquier tipo de explicación sobre la naturaleza, esencia, organización y funcionamiento de la persona y de la comunidad espiritual de los demonios y diablos que sea contraria a las enseñanzas de la Iglesia Católica, las cuales son las únicas válidas y verdaderas.

En la Iglesia Católica encontrará toda la verdad sobre el mundo demoníaco y diabólico:

Padres Griegos y Latinos y los Doctores de la Iglesia, los místicos, santos, beatos, venerables y siervos de Dios, los teólogos, exegetas y biblistas importantes, los exorcistas de prestigio reconocido, el Magisterio conciliar y pontifical, y las Sagradas Tradición y Escritura.

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5. Las causas de una posesión o influencia demoníaca, sobre todo poderosa, pueden tener diversas fuentes:

a) no me he confesado de los pecados graves y mortales

b) tengo un pecado oculto que me da miedo o vergüenza confesar

c) no me he dado cuenta de una situación de pecado que no me he dado cuenta (adulterio, fornicación, fraude y robo...)

d) no he perdonado

e) mis familiares viven en pecado, y yo soy sólo la puerta por la que se manifiesta la posesión (posesión indirecta) porque soy joven, soy impresionable... 

f) la acción frecuente de una secta mediante sacrificios, libaciones... (hay escasas sectas y brujos)

www.youtube.com/watch?v=ub7-nGRDUUA

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6. El rito de liberación es libre y abierto, como oración de exorcismo menor vale cualquier oración o plegaria de liberación demoníaca o diabólica, tal como lo es cualquier oración de petición e intercesión, que no conoce fronteras y abarca a cualquier clase de necesidad. 

La acción demoníaca es siempre libre para el demonio, puede hacer lo que quiera, pero su actividad siempre cuenta con el permiso o prohibición de Dios para la santificación de las almas.

Según el P. Amorth en "María contra el mal":

1. Hay que tener una gran fe en Jesús.

2. Todo fiel bautizado tiene poder de hacer exorcismos menores: Marcos 16, 17. No lo puede prohibir ningún obispo, y si lo hiciera, su mandato es nulo.

3. Todo fiel o grupo de oración tiene el poder de decir la mínima oración de liberación en modo deprecativo: 

En el nombre de Jesucristo, espíritu maligno vete!"

El exorcista es el único que puede dar una orden directa imperativa emanada del Ritual oficial: "Yo te ordeno, espíritu maligno, vete"


4. El nombre de María y su Esposo el Espíritu Santo son necesarios como intercesores, porque el demonio les tiene miedo.

5. Para hacer una oración de liberación en presencia del poseso o importunado, hay que tener las disposiciones mínimas: estado de gracia, capacidad psíquica, responsabilidad en lo que se hace, conveniencia y oportunidad, carencia de exorcistas, necesidad del exorcismo menor, posibles daños a cosas y personas, asesoramiento y experiencia, ayuda de personas con carismas...

6. Siempre puede hacerse una oración de liberación en ausencia del poseso o importunado (a distancia). También puede hacerse a distancia sobre personas, asociaciones, ciudades y estados, territorios, lugares, animales...

7. Una oración bíblica óptima:

"1.Ahora, así dice Yahveh tu creador, Jacob, tu plasmador, Israel. 

«No temas, que yo te he rescatado, te he llamado por tu nombre. Tú eres mío
2.Si pasas por las aguas, yo estoy contigo, si por los ríos, no te anegarán. 
Si andas por el fuego, no te quemarás, ni la llama prenderá en ti. 
3.Porque yo soy Yahveh tu Dios, el Santo de Israel, tu salvador. 
He puesto por expiación tuya a Egipto, a Kus y Seba en tu lugar 
4.dado que eres precioso a mis ojos, eres estimado, y yo te amo. 
Pondré la humanidad en tu lugar, y los pueblos en pago de tu vida. 
5.No temas, que yo estoy contigo; desde Oriente haré volver tu raza, y desde Poniente te reuniré. 
6.Diré al Norte: "Dámelos"; y al Sur: "No los retengas", 
Traeré a mis hijos de lejos, y a mis hijas de los confines de la tierra; 
7.a todos los que se llamen por mi nombre, a los que para mi gloria creé, plasmé e hice.» 8.Haced salir al pueblo ciego, aunque tiene ojos, y sordo, aunque tiene orejas. 9.Congréguense todas las gentes y reúnanse los pueblos. 
¿Quién de entre ellos anuncia eso, y desde antiguo nos lo hace oír? 
Aduzcan sus testigos, y que se justifiquen; que se oiga para que se pueda decir: 
«Es verdad.» 
10.Vosotros sois mis testigos - oráculo de Yahveh - y mi siervo a quien elegí, para que me conozcáis y me creáis a mí mismo, y entendáis que yo soy: 
Antes de mí no fue formado otro dios, ni después de mí lo habrá. 
11.Yo, yo soy Yahveh, y fuera de mí no hay salvador. 
12.Yo lo he anunciado, he salvado y lo he hecho saber, y no hay entre vosotros ningún extraño. Vosotros sois mis testigos - oráculo de Yahveh - y yo soy Dios; 
13.yo lo soy desde siempre, y no hay quien libre de mi mano. 
Yo lo tracé, y ¿quién lo revocará? 
14.Así dice Yahveh que os ha rescatado, el Santo de Israel. 
Por vuestra causa he enviado a hacer caer todos sus cerrojos de las prisiones de Babilonia, y se volverán en ayes los hurras de los caldeos 
15.Yo, Yahveh vuestro Santo, el creador de Israel, vuestro Rey. 
16.Así dice Yahveh, que trazó camino en el mar, y vereda en aguas impetuosas. 
17.El que hizo salir carros y caballos a una con poderoso ejército; a una se echaron para no levantarse, se apagaron, como mecha se extinguieron. 
18.¿No os acordáis de lo pasado, ni caéis en la cuenta de lo antiguo? 
19.Pues bien, he aquí que yo lo renuevo: ya está en marcha, ¿no lo reconocéis? 
Sí, pongo en el desierto un camino, ríos en el páramo. 
20.Las bestias del campo me darán gloria, los chacales y las avestruces, pues pondré agua en el desierto (y ríos en la soledad) para dar de beber a mi pueblo elegido. 
21.El pueblo que yo me he formado contará mis alabanzas. 
22.Tú no me has invocado, Jacob, porque te has fatigado de mí, Israel. 
23.No me has traído tus ovejas en holocausto ni me has honrado con tus sacrificios. 
No te obligué yo a servirme con oblación ni te he fatigado a causa del incienso. 
24.No me has comprado cañas con dinero ni con la grasa de tus sacrificios me has saciado; 
hasta me has convertido en siervo con tus pecados, 
y me has cansado con tus iniquidades. 
25.Era yo, yo mismo el que tenía que limpiar tus rebeldías por amor de mí y no recordar tus pecados. 
26.Házmelo recordar y vayamos a juicio juntos, haz tú mismo el recuento para justificarte. 27.Pecó tu primer padre y tus intérpretes se rebelaron contra mí. 
28.Destituía los príncipes de mi santuario; por eso entregué a Jacob al anatema y a Israel a los ultrajes."
Isaías, 43 - Bíblia Católica Online
https://www.bibliacatolica.com.br/es/la-biblia-de-jerusalen/isaias/43/


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7Oraciones del «Rito de exorcismo» para uso privado (Apéndice II, oraciones privadas de los fieles). 

Contenido en el Rito de Exorcismos de 1998, y que se denominan como oraciones de "Súplicas que pueden ser empleadas privadamente por los fieles en la lucha contra las potestades de las tinieblas".

Appendix-apéndice II

SÚPLICAS QUE PUEDEN SER
EMPLEADAS PRIVADAMENTE
POR LOS FIELES
EN LA LUCHA CONTRA LAS POTESTADES
DE LAS TINIEBLAS

I.  Oraciones


[Oración I]

1. Señor Dios, ten misericordia de mí, tu siervo,
que por la multitud de las asechanzas
estoy como un vaso resquebrajado;

líbrame de la mano de mis enemigos,
asísteme para que busque al que está perdido,
lo pueda encontrar y restituirlo para ti,
lo pueda restituir y entregártelo para que no lo abandones.

Concédeme que te agrade en todo
ya que he podido conocerte y saber que me has redimido.

Amén.

[Oración II]

2. Dios omnipotente,
que refugias a los desolados
y confortas a los prisioneros,
mira mi aflicción y manifiesta tu poder para auxiliarme;

vence al detestable enemigo;
y haz que, superada la presencia del adversario,
pueda recuperar la paz y la libertad
y así, sirviéndote con sincera piedad,
pueda confesar que tú eres admirable
y manifestar la grandeza de tus obras.

Por Cristo, nuestro Señor.

Amén.

[Oración III]

3. Dios, creador y defensor del género humano
tú formaste al hombre a tu imagen
y lo recreaste admirablemente con la gracia del Bautismo;

vuelve tu mirada sobre este siervo tuyo,
y escucha bondadosamente mis súplicas.

Te pido que brote en mi corazón el esplendor de tu gloria
para que, eliminado todo terror, miedo y temor,
sereno en mente y alma
junto a los hermanos en tu Iglesia
pueda alabarte eternamente.

Amén.

[Oración IV]

4. Padre Dios, autor de la misericordia y de todo amor,
que quisiste que tu Hijo sufriera por nosotros el patíbulo de la Cruz
para expulsar de nosotros el poder del enemigo,
mira atentamente mi humillación y dolor,
y mantente firme, te pido,
para que a quien renovaste en la fuente del Bautismo
vencido el combate del Maligno,
lo llenes con la gracia de tu bendición.

Por Cristo, nuestro Señor.

Amén.

[Oración V]

5. Señor y Dios mío, que me adoptaste por la gracia
y quisiste que fuera hijo de la luz,
concédeme, te pido, que no sea envuelto por las tinieblas de los demonios
y siempre pueda permanecer en el esplendor de la libertad recibida de ti.

Por Cristo, nuestro Señor.

Amén.

II.  Invocaciones a la Santísima Trinidad

--- Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo.

--- Honor y gloria al único Dios.

--- Bendigamos al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
alabémoslo y exaltémoslo por los siglos.

--- Te invocamos, te alabamos, te adoramos, oh bienaventurada Trinidad.

--- Esperanza nuestra, salvación nuestra, honor nuestro, oh bienaventurada Trinidad.
Líbrame, sálvame, vivifícame, oh bienaventurada Trinidad.

--- Santo, Santo, Santo, Señor Dios omnipotente
el que es, el que era y el que vendrá.

--- A ti la honra y el imperio, oh bienaventurada Trinidad.

--- A ti la gloria y el poder por los siglos de los siglos.

--- A ti la alabanza, a ti la gloria, a ti la acción de gracias por los siglos de los siglos, oh
bienaventurada Trinidad.

--- Santo Dios, Santo y fuerte, Santo e inmortal, ten compasión de mí.


III.  Invocaciones a nuestro Señor Jesucristo

A.

[Invocación I]

Jesús, Hijo del Dios vivo, ten compasión de mí.

Jesús, imagen del Padre, ten compasión de mí.

Jesús, sabiduría eterna, ten compasión de mí.

Jesús, esplendor de la luz eterna, ten compasión de mí.

Jesús, Palabra de vida, ten compasión de mí.

Jesús, Hijo de la Virgen María, ten compasión de mí.

Jesús, Dios y hombre, ten compasión de mí.

Jesús, Sumo Sacerdote, ten compasión de mí.

Jesús, pregonero del Reino de Dios, ten compasión de mí.

Jesús, camino, verdad y vida, ten compasión de mí.

Jesús, pan de Vida, ten compasión de mí.

Jesús, Vida verdadera, ten compasión de mí.

Jesús, hermano de los pobres, ten compasión de mí.

Jesús, amigo de los pecadores, ten compasión de mí.

Jesús, médico del alma y del cuerpo, ten compasión de mí.

Jesús, salvación de los oprimidos, ten compasión de mí.

Jesús, consuelo de los desamparados, ten compasión de mí.

* * *

Tú, que viniste a este mundo, ten compasión de mí.

Tú, que libraste a los oprimidos por el diablo, ten compasión de mí.

Tú, que estuviste colgado en la cruz, ten compasión de mí.

Tú, que aceptaste la muerte por nosotros, ten compasión de mí.

Tú, que yaciste en el sepulcro, ten compasión de mí.

Tú, que descendiste a los infiernos, ten compasión de mí.

Tú, que resucitaste de entre los muertos, ten compasión de mí.

Tú, que subiste a los cielos, ten compasión de mí.

Tú, que enviaste el Espíritu Santo a los apóstoles, ten compasión de mí.

Tú, que estás sentado a la derecha del Padre, ten compasión de mí.

Tú, que vendrás a juzgar a los vivos y muertos, ten compasión de mí.

B.

[Invocación II]

Por tu encarnación, líbrame, Señor.

Por tu nacimiento, líbrame, Señor.

Por tu bautismo y ayuno santo, líbrame, Señor.

Por tu cruz y tu pasión, líbrame, Señor.

Por tu muerte y sepultura, líbrame, Señor.

Por tu santa resurrección, líbrame, Señor.

Por tu admirable ascensión, líbrame, Señor.

Por la efusión del Espíritu Santo, líbrame, Señor.

Por tu gloriosa venida, líbrame, Señor.

IV.  Otras invocaciones al Señor
Cuando nombra a la cruz, el fiel puede signarse.

--- Sálvame, Cristo Salvador, por el poder de la Cruz X
tú que salvaste a Pedro en el mar, ten misericordia de mí.

--- Por la señal de la Cruz X
líbranos de nuestros enemigos, Dios nuestro.

--- Por tu Cruz X sálvanos, Cristo redentor,
tú que muriendo destruiste nuestra muerte
y resucitando restableciste la vida.

--- Tu Cruz X adoramos, Señor,
tu gloriosa Pasión recordamos,
ten compasión, tú que padeciste por nosotros.

--- Te adoramos, Cristo, y te bendecimos
porque por tu Cruz X redimiste al mundo.

V.  Invocaciones a la Virgen María
--- Bajo tu amparo, nos refugiamos
santa Madre de Dios,
no desprecies las oraciones que te dirigimos en nuestras necesidades.

Antes bien, líbranos de todos los males,
Virgen gloriosa y bendita.

--- Consuelo de los afligidos, ruega por nosotros.
Auxilio de los cristianos, ruega por nosotros.

--- Hazme digno de alabarte, Virgen santa;
dame poder contra tus enemigos.

--- Madre mía, confianza mía.

--- Virgen Madre de Dios, María, ruega a Cristo por mí.

--- Dignísima Reina del mundo,
siempre Virgen María,
intercede por nuestra paz y salvación
tú que engendraste a Cristo Señor, Salvador de todos.

--- María, Madre de gracia,
Madre de misericordia,
protégenos del enemigo
y recíbenos en la hora de la muerte.

--- Socórreme, piadosísima Virgen María,
en todas mis tribulaciones,
angustias y necesidades
y alcánzame de tu amado Hijo
la liberación de todos los males
y de los peligros del alma y del cuerpo.

--- Recuerda, piadosa Virgen María,
que no se ha oído en el mundo
que alguien que ha recurrido a tu apoyo,
que haya implorado tu auxilio,
que haya pedido tu ayuda,
haya sido abandonado.

Yo animado por tal confianza
corro hacia ti, Madre, Virgen de las vírgenes
y como un pecador que llora sus culpas comparezco ante ti.

No quieras desdeñar mis palabras, Madre de Dios,
sino que óyelas bondadosamente y recíbelas.


VI.  Invocación a san Miguel Arcángel

Sancte Michael Archángele

San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla
sé un refugio contra la malicia y las insidias del diablo.

Te rogamos, suplicantes, que Dios lo domine
y tú, que presides la milicia celestial,
arrojes al infierno, con el divino poder,
a Satanás y a los espíritus malignos
que vagan por el mundo para la perdición de los hombres.

VII.  Preces litánicas o Letanías

Señor, ten piedad.

Cristo, ten piedad.

Señor, ten piedad.

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros (por mí).

San Miguel, ruega por nosotros (por mí).

San Gabriel, ruega por nosotros (por mí).

San Rafael, ruega por nosotros (por mí).

Santos Ángeles custodios, rueguen por nosotros (por mí).

San Juan Bautista, ruega por nosotros (por mí).

San José, ruega por nosotros (por mí).

San Pedro, ruega por nosotros (por mí).

San Pablo, ruega por nosotros (por mí).

San Juan, ruega por nosotros (por mí).

Todos los Apóstoles, rueguen por nosotros (por mí).

Santa María Magdalena, ruega por nosotros (por mí).

Pueden añadirse los nombres de otros santos o beatos


De todo mal, líbranos (líbrame), Señor.

De todo pecado, líbranos (líbrame), Señor.

De las insidias del diablo, líbranos (líbrame), Señor.

De la muerte eterna, líbranos (líbrame), Señor.


Cristo, óyenos (óyeme).

Cristo, escúchanos (escúchame).

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8. El exorcismo mayor, o ritual, o solemne, o gran exorcismo, sólo puede hacerlo un presbítero autorizado por su obispo. Estos instrumentos públicos de la Santa Sede, sobre exorcismos mayores y menores, dan más detalles:



a) Código Derecho Canónico, canon 1172:

     1.    Sin licencia peculiar y expresa del Ordinario del lugar, nadie puede realizar legítimamente exorcismos sobre los posesos.

     2.    El Ordinario del lugar concederá esta licencia solamente a un presbítero piadoso, docto, prudente y con integridad de vida


b) Catecismo de la Iglesia Católica, numeral 1673:


Cuando la Iglesia pide públicamente y con autoridad, en nombre de Jesucristo, que una persona o un objeto sea protegido contra las asechanzas del Maligno y sustraída a su dominio, se habla de exorcismo

Jesús lo practicó (cf Mc 1,25-26; etc.), de Él tiene la Iglesia el poder y el oficio de exorcizar (cf Mc 3,15; 6,7.13; 16,17). 

[Exorcismo simple] En forma simple, el exorcismo tiene lugar en la celebración del Bautismo. 

[Exorcismo solemne o gran exorcismo] El exorcismo solemne llamado «el gran exorcismo» sólo puede ser practicado por un sacerdote y con el permiso del obispo. En estos casos es preciso proceder con prudencia, observando estrictamente las reglas establecidas por la Iglesia. El exorcismo intenta expulsar a los demonios o liberar del dominio demoníaco gracias a la autoridad espiritual que Jesús ha confiado a su Iglesia. 

[Enfermedad] Muy distinto es el caso de las enfermedades, sobre todo psíquicas, cuyo cuidado pertenece a la ciencia médica. Por tanto, es importante, asegurarse , antes de celebrar el exorcismo, de que se trata de un presencia del Maligno y no de una enfermedad (cf. CIC can. 1172)


c) CARTA a los Ordinarios del lugar (obispos) para recordar las normas vigentes sobre los exorcismos, del Prefecto Joseph Cardenal Ratzinger, de 29 de septiembre del 1985, de la Congregación para la Doctrina de la Fe

La formulación de estas normas de ningún modo debe disuadir a los fieles de rezar para que, como Jesús nos enseñó, sean libres del maligno (cf. Mt 6,13). 

Además de eso, los Pastores podrán valerse de esta oportunidad para recordar lo que la Tradición de la Iglesia enseña respecto a la función propia de los 


--- Sacramentos 
--- y a propósito de la intercesión de la Bienaventurada Virgen María, de los Ángeles y de los Santos 

en la lucha espiritual de los cristianos contra los espíritus malignos.


d) INSTRUCCIÓN sobre las oraciones para obtener de Dios la curación, de la Congregación para la Doctrina de la Fe, 14 septiembre 2000, artículo 8:

         1. El ministerio del exorcistado debe ser ejercitado en estrecha dependencia del Obispo diocesano, y de acuerdo con el can. 1172, la Carta de la Congregación para la Doctrina de la Fe del 29 de septiembre de 1985 (31)  y el Rituale Romanum (32).

         2. Las oraciones de exorcismo, contenidas en el Rituale Romanum, debe permanecer distintas de las oraciones usadas en las celebraciones de curación, litúrgicas o no litúrgicas.

         3. Queda absolutamente prohibido introducir tales oraciones en la celebración de la Santa Misa, de los Sacramentos o de la Liturgia de las Horas.


(31) Congregatio Pro Doctrina Fidei, Epistula Inde ab aliquot annis, Ordinariis locorum missa: in mentem normae vigentes de exorcismis revocatur, 29 septembris 1985, in AAS 77(1985), pp. 1169-1170.

(32) Cf. Rituale Romanum, Ex Decreto Sacrosancti Oecumenici Concilii Vaticani II instauratum, Auctoritate Ioannis Pauli PP. VI promulgatum, De exorcismis et supplicationibus quibusdam, Edtio tyipica, Typis Polyglottis Vaticanis, MIM, Praenotanda, nn. 13-19.


e) Ritual de Exorcismos de 1998, prenotanda 15:

[Tentaciones demoníacas fuertes] ... Tampoco ha de rehusarse la ayuda espiritual a los creyentes que quieren guardar fidelidad al Señor Jesús y al Evangelio y en quienes el Maligno sin entrar (cf. 1 Jn. 5, 18) tienta fuertemente.


En estos casos, pueden ser empleadas las preces y las súplicas adecuadas por un presbítero que no es exorcista e incluso por un diácono.


f) Oraciones del «Rito de exorcismo» para uso privado (Apéndice II, oraciones privadas de los fieles). 

Contenido en el Rito de Exorcismos de 1998, y que se denominan como oraciones de "Súplicas que pueden ser empleadas privadamente por los fieles en la lucha contra las potestades de las tinieblas".


g) Libros importantes disponibles en internet:

- P. Fortea: Daemoniaca, Tratado de Demonología y Manual de Exorcistas
- P. Fortea: Exorcística, Suplemento del tratado Summa Daemoniaca. Cuestiones relativas al demonio, la posesión y el exorcismo
- P. Fortea: La tiniebla en el exorcismo. Problemas teológicos de la práctica del exorcismo
- P. Fortea: Historia del mundo angélico
- P. Fortea: Un Dios misterioso. Normas, pautas y consejos para la Renovación Carismática
- P. Fortea: Exorcismo magno

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9. Todo cristiano, sea protestante, ortodoxo o de otra denominación (según el P. Fortea), y siempre que esté bautizado en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, tal como ordena la Iglesia Católica, tiene una función exorcística bautismal originaria, derivada de la voluntad de Jesús en esta perícopa de San Marcos 16, 14-20:


La Misión universal de los Apóstoles y de los laicos

1. Laicos (Evangelio según San Marcos, Capítulo 16, 15-18):

15 Entonces les dijo [a los Once Apóstoles]:
-- «Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia a toda la creación. 16 El que crea y se bautice, se salvará. El que no crea, se condenará.
17 Y estos prodigios acompañarán a los que crean [= cualquier laico, clérigo y religioso]:
1º. arrojarán a los demonios en mi Nombre
2º. y hablarán nuevas lenguas;
3º. 18 podrán tomar a las serpientes [= demonios] con sus manos,
. y si beben un veneno mortal no les hará ningún daño;
5º. impondrán las manos sobre los enfermos y los curarán».

2. Apóstoles (Evangelio según San Mateo, Capítulo 10, 8):

Jesús envió a los doce apóstoles a predicar la Buena Nueva que el Reino de los cielos está muy cerca, les comisionó para que sanaran a los enfermos, curaran leprosos, resucitaran muertos y expulsaran espíritus malignos.

3. Discípulos (Evangelio según San Lucas, Capítulo 10, 17):

Los setenta y dos discípulos regresaran al Señor comentándole como habían expulsado malos espíritus en su Nombre.

Fuente: es-la.facebook.com/notes/alberto-knox/cosas-que-debemos-saber-exorcismos-solemnes-y-privados-poderes-de-los-laicos-par/367873973343888

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10. En cualesquier sitios o libros de católicos de reconocido prestigio en liberación y exorcismo, laicos o consagrados, pueden encontrarse todo tipo de oraciones válidas y eficaces.

No obstante, existe una guía de oraciones de liberación, de lucha espiritual de los cristianos contra los espíritus malignos, derivados de la Sagrada Tradición:


1. La acción propia de cada uno de los siete Sacramentos, especialmente la Santa Misa y la confesión y la unción de los enfermos

2. La intercesión de la Bienaventurada Virgen María sobre todo en el rezo del Santo Rosario


3. La intercesión de los Ángeles, sobre todo el ángel de la guarda propio de cada uno y el Arcángel San Miguel


4. La intercesión de los Santos, sobre todo el santo del que recibimos su nombre en el bautismo, que es nuestro intercesor, teniendo a San José como intercesor universal


5. La acción de los sacramentales:

- agua, sal y aceite 

- todo tipo de objetos sacramentales bendecidos: la medalla de San Benito, medallas, imágenes, cruces, estampas, estatuas, iconos, vestidos, libros...

- RELIQUIAS de santos

Su eficacia procede de las oraciones de la Iglesia como Esposa de Cristo, y además depende de la medida o magnitud de la fe teologal de quien los usa: si no se cree en ellos, nunca funcionarán, pues no son objetos mágicos o talismanes


6. Súplicas que pueden ser empleadas privadamente por los fieles en la lucha contra las potestades de las tinieblas, contenidas en el Ritual Romano de Exorcismos del 1998


7. Ejercicios y devociones piadosas, principalmente, la Adoración Eucarística y la Visita al Santísimo. El P. Amorth aconseja poderosamente la oración a la SANGRE DE CRISTO y las plegarias al ESPÍRITU SANTO, abominables para los espíritus inmundos.


8. Reuniones dirigidas por personas laicas y consagradas que, con el permiso y autorización del obispo (quien gobierna por la recta fe de los exorcistas y liberacionistas), por ejemplo del movimiento carismático, en las que hagan oraciones para obtener la expulsión del demonio, oraciones que directamente interpelen a los demonios o traten de conocer la identidad de los mismos


9. Cualquier oración de liberación creada o bien personalmente, o bien procedente de los diferentes exorcismos pasados o vigentes, pero puestas en modo deprecativo (nunca imperativo), y finalmente, bien procedente de prestigiosos y reconocidos carismáticos u exorcistas especializados en liberación demoníaca


10. El poder exorcístico aparece con el carácter de universal, Marcos 9, 38-40:

"Juan le dijo:
--- Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre y no viene con nosotros y tratamos de impedírselo porque no venía con nosotros.
Pero Jesús dijo:
--- "No se lo impidáis, pues no hay nadie que obre un milagro invocando mi nombre y que luego sea capaz de hablar mal de mí. Pues el que no está contra nosotros, está por nosotros."
Mc 9:38 Juan le dijo: «Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre y no viene con nosotros y tratamos de impedírselo porque no venía con nosotros.» 39- Pero Jesús dijo: «No se lo impidáis, pues no hay nadie que obre un milagro invocando mi nombre y que luego sea capaz de hablar mal de mí.

Mc 9:38 Juan le dijo: «Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre y no viene con nosotros y tratamos de impedírselo porque no venía con nosotros.» 39- Pero Jesús dijo: «No se lo impidáis, pues no hay nadie que obre un milagro invocando mi nombre y que luego sea capaz de hablar mal de mí.

Mc 9:38 Juan le dijo: «Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre y no viene con nosotros y tratamos de impedírselo porque no venía con nosotros.» 39- Pero Jesús dijo: «No se lo impidáis, pues no hay nadie que obre un milagro invocando mi nombre y que luego sea capaz de hablar mal de mí.


11. Los incompetentes para realizar exorcismos, tienen la causa de su imposibilidad en el grave riesgo y peligro que pueden sufrir, como indica Hechos 19, 11-20: 

"... algunos de los judíos, exorcistas ambulantes, intentaron invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que tenían espíritus malos, diciendo: 
--- Os conjuro por Jesús, el que predica Pablo. 
Había siete hijos de un tal Esceva, judío, jefe de los sacerdotes, que hacían esto. 
Pero respondiendo el espíritu malo, dijo: 
--- A Jesús conozco, y sé quién es Pablo; pero vosotros, ¿quiénes sois? 
Y el hombre en quien estaba el espíritu malo, saltando sobre ellos y dominándolos, pudo más que ellos, de tal manera que huyeron de aquella casa desnudos y heridos.


12. Existe el don o carisma extraordinario de Dios de liberación demoníaca, concedido a los laicos, para expulsar a los demonios

Santa Catalina de Siena tenía el poder de liberar de los demonios concedido por el Señor. La italiana Natuzza Evolo di Paravati tuvo el carisma de liberación reconocido oficiosamente por la Santa Sede

En estos casos de liberación laical, hay un uso o praxis consuetudinaria que no requiere de reglamentación si no se comenten abusos (Tiziano Repetto, SJ) 


13. Oraciones de liberación:

Oración de liberación

Señor, Dios omnipotente
y misericoridoso,
Padre, Hijo y Espíritu Santo, 
aleja de mí toda influencia diabólica
de cualquier espíritu Maligno.

Oh Dios, en el nombre de Jesucristo, 
te pido romper todo lazo oculto y maligno
que el diablo tenga sobre mí.

Derrama sobre mí 
la preciosísima sangre de tu Hijo Jesús.

Haz que su Sangre 
inmaculada y redentora 
rompa todo lazo sobre mi cuerpo
y sobre mi mente.

Oh Santísima Virgen María Inmaculada,
Oh San Miguel Arcángel, 
me consagro totalmente a vosotros, 
interceded por mí y venid pronto en mi ayuda 

En el nombre de Jesucristo, 
mi único Dios y Señor, 
ordeno a todo demonio que pueda tener
alguna influencia sobre mí, 
que me abandone
inmediatamente y para siempre.

Por la flagelación, la corona de espinas, 
la cruz, la sangre y la resurrección de Jesucristo,
por el Dios verdadero,
por el Dios santo,
por el Dios que todo lo puede, 
ordeno a todo demonio 
y alma condenada
que pueda tener influencia sobre mí 
y en mi casa,
que se aleje para siempre
en el nombre de Jesucristo,
mi único Señor y Salvador.

Amén

(En "Vadre Retro, Satanás", Padre Amorth, San Pablo, 2016)


"San Miguel Arcángel defiéndenos en la lucha; 
se nuestra ayuda contra la perversidad y asechanzas del demonio. 
Reprímale Dios, pedimos suplicantes; 
y tú, Príncipe del Ejército Celestial, 
con el divino poder, 
arroja al infierno a Satanás 
y a los demás espíritus malignos 
que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén”.

Andrea Gemma, obispo emérito de Isernia-Neafro y exorcista, sobre los efectos liberativos contra las asechanzas del demonio de esta clásica oración, en www.religionenlibertad.com/maligno-sirve-ala-profeta-mahoma-56657.htm

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11. Santos para invocar en momentos de posesión, infestación e importunación:

1. La Santísima Virgen María: Reina de los Ángeles

2. San José: Terror de los Demonios (Mt 2, 13)

3. San Pablo: acosado por un ángel de Satán (2 Cor 12, 7-8)

4. Santa Perpetua (+ 203): Guerrero Espiritual (Ef 6, 12). Desde Nerón, Satanás emprendió a través de los emperadores 9 grandes persecuciones mayores focalizadas en particulares regiones.

5. San Antonio del Desierto

6. San Benito de Nursia

7. San Meinrado o Meginrado de Einsiedeln: 


8. San Bernardo

9. Santo Domingo

10. San Francisco de Asís

11. Santa Catalina de Siena

12. San Ignacio de Loyola

13. Santa Teresa de Ávila

14. San Martín de Porres

15. San Juan de Vianney

16. Santa Gemma Galgani

17. San Pío de Pietrelcina


- Tentaciones de la lujuria: ayuda de san Benito

- Momentos de cólera: ayuda de san Jerónimo

- Resistir a la soberbia: ayuda de san Ignacio de Loyola

- No desanimarnos en nuestro caminar: intercesión de santa Teresa de Ávila

- Momentos de desesperación: ayuda de san Padre Pío

- La humildad es una virtud fundamental; sólo en ella las demás virtudes se desarrollan.

- Los demonios, al estar desprovistos de cuerpo biológico, pueden transmitir ideas y pensamientos directamente a nuestras mentes.


- Manual for Spiritual Warfare, Paul Thigpen

- Saints Who Battled Satan: Seventeen Holy Warriors Who Can Teach You How to Fight the Good Fight and Vanquish Your Ancient Enemy, Paul Thigpen


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12Unos sucintos derechos y deberes entre exorcista, intervinientes y afectados (carece de obligatoriedad eclesial):

PROPUESTA DE CARTA DE DERECHOS Y DEBERES 
DEL EXORCISTA Y DEL EXORCISTADO 
[no es oficial y no es obligatoria en absoluto]

DERECHOS

1. El afectado tiene derecho a recibir una atención exorcística competente y conforme a las normas morales y eclesiales católicas.

2. El exorcistado tiene derecho a que se le preste de una manera continuada e íntegra, y con la máxima agilidad posible, la atención exorcística de acuerdo al estado actual de la exorcística

3. A la información y resolución de dudas previas a la realización del exorcismo

4. A escoger entre los diferentes ritos exorcísticos (Ritual 1614 o 1998) o bien una oración de liberación o bendición u otra opción adecuada para su caso que le ofrezca el exorcísta.

5. A renunciar a seguir una opción de forma provisional o definitiva, a cambiar hacia otra opción, a abandonar cualquier opción.

6. A ser acompañado durante el proceso exorcístico por una persona de su confianza, y a elegir quién desea que esté presente durante los actos exorcísticos, si el exorcista o las normas del centro religioso lo permiten.

7. A ser atendido en un medio que garantice su intimida, dignidad, autonomía y seguridad.

8. A recibir una evaluación y tratamiento exorcístico adecuados.

9. A la libertad ideológica, religiosa y cultural, siempre que dicho ejercicio no contradiga o entre en conflicto con la Declaración Universal de los Derechos humanos, la legislación civil y canónica vigente, y los derechos de terceras personas, y sea respetuosa con las normas de funcionamiento del centro exorcístico.

10. A tener garantizada la confidencialidad, secreto y discreción de sus datos personales y de toda la información relacionada con el exorcismo.

11. A tener acceso a los datos personales obtenidos en su proceso de atención exorcística, así como a la documentación de su historia exorcística.

12. A que se le solicite su consentimiento informado en la realización de procesos exorcísticos.

13. A recibir información verídica y comprensible sobre el proceso exorcístico y su estado de salud espiritual.

14. A escoger libremente el exorcista dentro del equipo de exorcistas si lo hubiere.

15. A tener a su disposición la información general sobre las prestaciones y servicios disponibles en el centro.

16. A conocer e identificar a los exorcistas y auxiliares de exorcismo presentes. 

17. A presentar reclamaciones, quejas o sugerencias, tanto al exorcista o a su superior el obispo, sobre personas y servicios, y a recibir una pronta respuesta.


DEBERES

1. El exorcista debe de iniciar, desarrollar y finalizar, de forma completa, sin faltar a ninguna formalidad, alguno de los dos Rituales vigentes, de 1614 o 1998. Se puede interrumpir o suspender por justa causa.

2. El afectado debe de facilitar, de forma leal y cierta, los datos referentes a su salud y estado físico y psíquico que sean relevantes para la realización de la liberación, sin riesgo sobre la salud e integridad física y psíquica (traumatismos, enfermedades, transtornos).

3. El afectado debe de cuidar de su salud espiritual y corporal y a responsabilizarse de ellas

4. El afectado debe de cumplir todas las prescripciones facilitadas por el exorcista

5. El afectado debe de hacer uso de forma responsable de las instalaciones eclesiales, obedeciendo las normas establecidas por éste

6. Mantener el debido respeto a la dignidad personal y profesional del exorcista y sus ayudantes, colaboradores y auxiliares

7. Evitar todo comportamiento que pueda perjudicar en el bienestar, derechos y deberes de todas las personas que intervengan en el acto o fuera de él

8. Aceptar las consecuencias de los actos derivados de las decisiones que adopte libremente.

9. Informarse acerca de los horarios de atención y servicios de liberación y sanación prestados

10. Los deberes se aplican a familiares y acompañantes


_______________FINIS___________________















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En este sitio están dos normas vaticanas sobre curación y exorcismos: 

1. Instrucción sobre las oraciones para obtener de Dios la curación, de la Congregación para la Doctrina de la Fe


2. Carta a los Ordinarios del lugar (obispos) para recordar las normas vigentes sobre los exorcismos de Prefecto Joseph Cardenal Ratzinger, de 29 de septiembre del 1985, de la Congregación para la Doctrina de la Fe


CARTA A LOS ORDINARIOS DEL LUGAR
PARA RECORDAR LAS NORMAS VIGENTES
SOBRE LOS EXORCISMOS


29 de septiembre de 1985

Excelentísimo Señor:

Desde hace algunos años, ciertos grupos eclesiales multiplican reuniones para orar con la intención de obtener la liberación del influjo de los demonios, aun cuando no se trate de exorcismos propiamente dichos.

Tales reuniones son efectuadas bajo la dirección de laicos, incluso cuando está presente un sacerdote.

Dado que se ha preguntado a la Congregación para la Doctrina de la Fe sobre tales hechos, este Dicasterio juzga necesario comunicar a todos los Ordinarios la siguiente respuesta:

1. El canon 1172 del Código de Derecho Canónico declara que a nadie es lícito realizar exorcismos sobre personas posesas, a no ser que el Ordinario del lugar haya concedido licencia peculiar y expresa para ello (§ 1), y determina también que esta licencia sólo puede ser concedida por el Ordinario del lugar a un presbítero piadoso, docto, prudente y con integridad de vida (§ 2). Por consiguiente se invita a los Obispos a urgir el cumplimiento de estos preceptos.

2. De estas prescripciones se sigue que no es lícito a los fíeles cristianos utilizar la fórmula de exorcismo contra Satanás y los ángeles apóstatas, contenida en el Ritual que fue publicado por orden del sumo pontífice León XIII; mucho menos les es lícito emplear el texto entero de este exorcismo. Los Obispos procuren amonestar a los fieles sobre este asunto cuando sea necesario.

3. Finalmente, por las mismas razones, se ruega a los Obispos que velen para que –aun en los casos que, excluida la auténtica posesión diabólica, parezcan revelar algún influjo del diablo– personas sin la debida autorización dirijan reuniones en las cuales se hagan oraciones para obtener la expulsión del demonio, oraciones que directamente interpelen a los demonios o traten de conocer la identidad de los mismos.

[En resumen, está prohibido expulsar, preguntar e identificar a los demonios:

- oraciones para obtener la expulsión del demonio
- oraciones que directamente interpelen (requerir, compeler o preguntar) a los demonios
oraciones que traten de conocer la identidad de los demonios]


La formulación de estas normas de ningún modo debe disuadir a los fieles de rezar para que, como Jesús nos enseñó, sean libres del maligno (cf. Mt 6,13).

Además de eso, los Pastores podrán valerse de esta oportunidad para recordar lo que la Tradición de la Iglesia enseña respecto a la función propia de los Sacramentos y a propósito de la intercesión de la Bienaventurada Virgen María, de los Ángeles y de los Santos en la lucha espiritual de los cristianos contra los espíritus malignos.

Aprovecho la oportunidad para expresar a Su Excelencia mis sentimientos de estima en el Señor.

Joseph Card. Ratzinger  Prefecto

Alberto Bovone  Secretario

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- Beato Papa Pablo VI, Carta Apostólica en forma de Motu Proprio, Ministeriam Quaedam, de 15 de agosto de 1972, por la que se reforma en la Iglesia Latina la disciplina relativa a la primera tonsura, a las órdenes menores y al subdiaconado.

w2.vatican.va/content/paul-vi/es/motu_proprio/documents/hf_p-vi_motu-proprio_19720815_ministeria-quaedam.html


- Carta a los Ordinarios del lugar para recordar las normas vigentes sobre los exorcismos, de 29 de septiembre de 1985, del Prefecto Joseph Cardenal Ratzinger, de la Congregación para la Doctrina de la Fe

www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/documents/rc_con_cfaith_doc_19850924_exorcism_sp.html


- Instrucción sobre las oraciones para obtener de Dios la curación, de 14 de septiembre del 2000, del Prefecto Ioseph Cardenal Ratzinger, Congregación para la Doctrina de la Fe

www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/documents/rc_con_cfaith_doc_20001123_istruzione_sp.html


- MINISTERIAM QUAEDAM


II. Las que hasta ahora se conocían con el nombre de «Ordenes menores», se llamarán en adelante «Ministerios».

III. Los ministerios pueden ser confiados a seglares, de modo que no se consideren como algo reservado a los candidatos al sacramento del Orden. 
 
IV. Los ministerios que deben ser mantenidos en toda la Iglesia Latina, adaptándolos a las necesidades actuales, son dos, a saber: el de Lector y el de Acólito
... 

VIII. Para que alguien pueda ser admitido a estos ministerios se requiere:

a) petición libremente escrita y firmada por el aspirante, que ha de ser presentada al Ordinario (al Obispo y, en los Institutos clericales de perfección, al Superior Mayor) a quien corresponde la aceptación;


IX. Los ministerios son conferidos por el Ordinario (el Obispo. y, en los Institutos clericales de perfección, el Superior Mayor) mediante el rito litúrgico «De Institutione Lectoris» y «De Institutione Acolythi», aprobado por la Sede Apostólica.

...

XIII. El rito de la institución del Lector y del Acólito será publicado, próximamente por el Dicasterio competente de la Curia Romana.

____


Las Órdenes menores antes de 1972 eran del Lector, Acólito, Exorcista, Ostiario y Subdiácono. 

Estas 5 Órdenes han desaparecido y se llaman Ministerios que pueden ser dados a los laicos seglares. 

Los únicos Ministerios laicales o seglares a conservar son dos: el Lector y Acólito. Se ha creado además el "Ministro Extraordinario de la Comunión".

Luego por lo tanto, los Ministerios que, en principio, ya no se conservan son el de Exorcista, Ostiario y Subdiácono.

En consecuencia, la función de exorcista ha recaído por defecto en el sacerdote bautismal, es decir, en todo laico o seglar, función exorcística que deriva de su bautismo.

Todo hijo de la Iglesia reciben (1) por las aguas bautismales y (2) por la unción con santo Crisma, una impronta, un estatuto nuevo: ya son profetas, sacerdotes y reyes: tienen el sacerdocio común.

Lumen Gentium, punto 10, describe el sacerdocio común
  • "Cristo Señor, Pontífice tomado de entre los hombres (cf. Hb 5,1-5), de su nuevo pueblo «hizo... un reino y sacerdotes para Dios, su Padre» (Ap 1,6; cf. 5,9-10). Los bautizados, en efecto, son consagrados por la regeneración y la unción del Espíritu Santo como casa espiritual y sacerdocio santo, para que, por medio de toda obra del hombre cristiano, ofrezcan sacrificios espirituales y anuncien el poder de Aquel que los llamó de las tinieblas a su admirable luz (cf. 1 P 2,4-10). Por ello todos los discípulos de Cristo, perseverando en la oración y alabando juntos a Dios (cf. Hch 2,42-47), ofrézcanse a sí mismos como hostia viva, santa y grata a Dios (cf. Rm 12,1) y den testimonio por doquiera de Cristo, y a quienes lo pidan, den también razón de la esperanza de la vida eterna que hay en ellos (cf. 1 P 3,15)."
El sacerdocio ministerial tiene su propia esencia, según dice Lumen Gentium, punto 10:
  • "El sacerdocio común de los fieles y el sacerdocio ministerial o jerárquico, aunque diferentes esencialmente y no sólo en grado, se ordenan, sin embargo, el uno al otro, pues ambos participan a su manera del único sacerdocio de Cristo [16]. El sacerdocio ministerial, por la potestad sagrada de que goza, forma y dirige el pueblo sacerdotal, confecciona el sacrificio eucarístico en la persona de Cristo y lo ofrece en nombre de todo el pueblo a Dios. Los fieles, en cambio, en virtud de su sacerdocio regio, concurren a la ofrenda de la Eucaristía [17] y lo ejercen en la recepción de los sacramentos, en la oración y acción de gracias, mediante el testimonio de una vida santa, en la abnegación y caridad operante" (LG 10).
Fuente: www.religionenlibertad.com/nuestro-sacerdocio-bautismal-36659.htm

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Ningún laico puede usar ni pronunciar públicamente las fórmulas del ritual del exorcismo Mayor, reservado a los sacerdotes con el mandato del obispo del lugar

los laicos pueden privadamente repetir y pronunciar las fórmulas del exorcismo Mayor cuando auxilian al exorcista en su función (Tiziano Repetto, SJ)

exorcismo es un rito público sujeto a la privacidad

el interrogatorio al demonio "Praecipio tibi, quicumque es..." sólo lo hace el exorcista.

P. Amorth: 

El exorcismo es un sacramental, una oración pública que sólo y exclusivamente puede ser rezada por un sacerdote con la autoridad de la Iglesia para echar el demonio.

Las oraciones de liberación tienen el mismo fin y la misma eficacia que el exorcismo, con la diferencia que pueden ser rezadas también por los laicos.


La solución está pues en el medio: los laicos ordenen en nombre de Cristo al maligno abandonar el cuerpo de los poseídos, muestren imágenes y reliquias de Santos a los que tienen mucha devoción, invoquen la ayuda de los Santos, la intercesión de la Virgen, impongan el crucifijo sobre la cabeza del enfermo, pero nunca las manos; simplemente cuiden no pronunciar la frase: “yo te exorcizo”[1]. Y digan siempre a continuación:


“En el nombre de Cristo, vete, retírate al infierno, ¡yo te echo espíritu inmundo!”

Estoy en conocimiento de muchos casos de poseídos liberados por laicos y no por exorcistas, porque los exorcistas, culpablemente, actuaban sin creer en el demonio y sin confiar en Dios.

Luego, como ejemplo, está la vida de muchos santos: pienso en Santa Catalina de Siena, que no era ni sacerdote ni monja, y que sin embargo expulsaba el demonio de los poseídos.

Es más, eran los mismos exorcistas quienes iban a pedir su ayuda porque ellos, a pesar de ser curas, no lo conseguían”.


Los laicos son un recurso fundamental en la lucha con los infiernos.

Porque es verdad que el sacerdote exorcista tiene el mandato del obispo, pero los laicos tienen ya hace 2000 años el mandato de Cristo, que, antes a los 12 apóstoles, luego a los 72 discípulos y, finalmente, a todos los hombres ha asegurado:

“En mi nombre echaréis demonios”

Pero qué quiere, si no se cree en la existencia del diablo, tampoco se puede creer en el poder de los laicos de echarle. En este sentido, permítame bendecir desde las columnas de su periódico a todos aquellos laicos implicados en el ministerio de la liberación y, en particular, a los hermanos de la Renovación Carismática que actúan con grandísimos resultados en todo el mundo”.


Reuniones públicas y privadas - Ausencia - Presencia

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